EL
VINO, ESE ANTIOXIDANTE.
Una copa al día puede disminuir
la inflamación pulmonar y prevenir el cáncer de próstata,
pero más de tres duplican el riesgo de colon. Se trata de un antioxidante
llamado resveratrol. Del arte del vino nos dedicaremos en otra ocasión,
ahora, hablemos de sus beneficios terapéuticos.
Un estudio del Centro de Investigación
del Cáncer Fred Hutchinson indica que los varones que beben alrededor
de cuatro vasos de vino tinto a la semana reducen en un 50% el riesgo de
sufrir esta clase de tumores.
El efecto protector es todavía
mayor contra aquellos tipos de cáncer de próstata más
agresivos ya que, según el trabajo publicado en 'The International
Journal of Cancer', en estos casos la bebida reduce la incidencia de la
enfermedad en un 60%.
Los investigadores observaron que
otras bebidas alcohólicas, como la cerveza o licores de graduación,
no ejercían el mismo efecto que el vino tinto. Ni siquiera el vino
blanco.
El motivo, como señala el
estudio, se debe a que el vino tinto contiene un compuesto, un antioxidante
llamado resveratrol, que además de proteger contra las enfermedades
cardiovasculares parece que también reduce el riesgo de cáncer
de próstata.
El resveratrol puede influir en
el desarrollo del cáncer de diversas maneras. Reduce la proliferación
celular, disminuyendo el número de divisiones celulares que podrían
derivar en un cáncer o en un crecimiento continuado de las células
cancerígenas.
También puede actuar como
estrógeno, reduciendo los niveles en circulación de hormonas
masculinas como la testosterona que estimulan el crecimiento del cáncer
de próstata. Por otro lado, como agente antiinflamatorio bloquea
ciertas enzimas que promueven el desarrollo del tumor.
Para realizar el estudio, los investigadores
entrevistaron a 753 pacientes de Seattle (EEUU) diagnosticados con un cáncer
de próstata localizado y los compararon con 703 varones sanos que
sirvieron de grupo de control. Los participantes tenían edades comprendidas
entre los 40 y 64 años.
Después de esta investigación,
la principal conclusión a la que han llegado los autores es que
basta con tomar un vaso de vino tinto al día para que el riesgo
de padecer cáncer de próstata se reduzca a la mitad. Como
advertencia final, que sea “vino”, cuanta menos química mejor, pero
del arte del vino ya hablaremos.
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