Ahora lo fácil es convivir con alguien y si surge una enfermedad, un problema laboral o una discusión por el lugar de vacaciones salir corriendo.  Se está con la pareja mientras que el viento sopla a favor, pero ¿es esto amor?.

Espero a mi primer hijo y mi marido está en el paro. Se nos acabará pronto el subsidio y no vemos muchas posibilidades porque le despidieron a raíz de detectarle una enfermedad muy grave. 

El subsidio de la Seguridad Social por minusvalía no alcanza ni para la manutención del bebe. ¿Qué importa?. Yo trabajo y cuido a mi familia.

Esto es lo que yo entiendo como compromiso de matrimonio. Ahora lo fácil es convivir con alguien y si surge una enfermedad, un problema laboral o una discusión por el lugar de vacaciones salir corriendo.  Se está con la pareja mientras que el viento sopla a favor, pero ¿es esto amor?.

Yo no lo critico, es otra forma de relación “estar juntos mientras todo vaya bien”. Tampoco critico a los que en estas relaciones ponen término a sus embarazos porque “no viene en el momento adecuado”. 

Tampoco crítico a los que no pasan las pensiones alimentacias por hijos a sus mujeres o que ni siquiera se preocupan por la educación de sus hijos.

Pero el no aceptarlo, aunque no lo critique, me permite exigir el mismo nivel de respeto por las personas que nos hemos comprometido en matrimonio. Matrimonio entendido como algo sagrado. 

Que no salimos corriendo al primer contratiempo, que luchamos cada día por conservar nuestra unión. 

Que sabemos que nada es más importante que el bienestar de nuestros hijos.

Este nivel de compromiso, es el que nos diferencia, ya seamos hombres os mujeres.