EL
CÁNCER DE VEJIGA.
Todos los artículos relativos
al cáncer son para aconsejar la práctica de revisiones periódicas
a fin de que pueda ser detectado en su primera fase. Las posibilidades
de curación en las primeras fases de la enfermedad son muy elevadas.
El cáncer de vejiga se sitúa
en el cuarto lugar en frecuencia de los tumores malignos que afectan a
los hombres y en el octavo en las mujeres.
Hasta el 30% de ellos se diagnostican
como infiltrantes, es decir, en fases avanzadas en que el cáncer
ha invadido la pared muscular vesical.
Existe un debate científico
acerca del manejo de los cánceres infiltrantes, que habitualmente
implica la extirpación total de la vejiga, lo que obliga a colocar
en el abdomen del paciente un estoma o bolsa que recoge la orina. Sin embargo,
nuevos abordajes postulan la cistectomía parcial, por la que se
extirpa el tumor y sólo una parte de la vejiga, mientras que se
conserva el resto del órgano y su función, al tiempo que
se evitan complicaciones como la impotencia masculina.
Los urólogos que abogan por
las técnicas conservadoras alegan que la calidad de vida del paciente
es superior cuando es posible preservar la vejiga, en tanto que los detractores
aducen que se incrementa el riesgo de recidivas.
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