No hay nada más masculino que la barba. Pocos hombres son conscientes de que lo que llevan en la cara tiene su historia, su simbología y puede simbolizar mucho. Bien afeitado, bigote, barba a la moda. Casi todos los hombres tienen su preferencia en cuanto a la barba. Los chavales anhelan los primeros pelitos, ya que la barba es más que nada el símbolo de la transferencia de la adolescencia a a la madurez. 

BARBAS HISTÓRICAS

Durante siglos se mostraban en el arte a los hombres sabios con una barba enorme, larga – y casi siempre gris puesto que se trataba de hombres muy mayores, y teniendo en cuenta el lenguaje bíblico se habla de siglos. La sabiduría y la edad tenían su expresión en una barba larga. Hoy en día, en Europa, se puede decir que esta señal se ha cambiado completamente.

En el siglo XIX la moda exigía un bigote puntiagudo, siempre bien cuidado. Hasta que se formasen los primeros movimientos políticos de resistencia cuyos representantes, como señal de revolución y de  inadaptación se dejaban barba. 

Las barbas son símbolos de nacionalidades <como se puede observar perfectamente en México> o de épocas, como sucede con el desgraciado bigote típico de los años cuarenta, que hoy en día sería políticamente incorrecto. 

Como sucede con otras muchas cosas, se puede decir que también la barba se ha liberado, sobre todo para los hombres jóvenes, que reinventan cada día (o cada tres días) su propio estilo, dejando una barbita alrededor de la boca, o una línea fina a lo largo de la mandíbula con o sin patillas, o una línea en las mejillas, sin bigote. Ahora no se habla de estilo o de gusto, solamente lo que se puede ver. 

Una vez superado la edad de los experimentos casi todos mantienen su propio estilo. 

Últimamente, la barba larga se ha convertido en una moda entre hombres retirados. Políticos retirados o artistas se dejan barba, otra vez parece ser un símbolo de la nueva libertad y al mismo tiempo de la madurez. En algunos ramos profesionales está absolutamente prohibido dejarse barba, aun más siendo joven. 

REGLAS

Sea como sea su estilo, una barba es la tarjeta de presentación de cada hombre. Si no se cuida bien lo que se lleva en la cara, cómo será el resto.

Si quiere cambiar su estilo, le vendría bien intentarlo en las vacaciones. Igual no le gusta o no está convencido todavía y así se evita ser el cotilleo de la semana en el trabajo. Todos le van a dar su opinión y si todavía no está seguro, su cara puede convertirse en una discusión pública. 

Siempre, siempre, siempre hay que consultar a la mujer ANTES del cambio. Al fin y al cabo es ella que está afectada más que nadie (y hay que hacerle caso). 

Asimismo hay que tener en cuenta que lo peor para una mujer es la barba de un o dos días. Si le gusta la barba de tres días, hay que aceptar que su mujer va a sufrir. Eso sí, sus mejillas siempre estarán sonrojadas. 

Dejarse una barba no significa librarse de cuidarla. También una barba larga necesita de vez en cuando que se recorte. A algunos hombres les llega la barba hasta el cuello lo cual no puede significar que la barba pueda salir sobre la corbata. Hay que saber comer con barba larga.

Una barba que cubra toda la cara le hará más viejo. Algunos hombres tienen la suerte de que con barba parecen más maduros, sabios, otros parecen diez años mayores o simplemente descuidados. Eso sí, si hay cicatrices o imperfecciones, las podrá esconder perfectamente debajo de una barba.