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CUANDO YA NO QUEDA NADA.
Carta de una lectora.
Cuando todo se acaba, vienen los
momentos de odio, de desprecio, de decepción, pero todos son los
extremos del mismo sentimiento, del amor. Luego están los intentos
conscientes e inconscientes de olvidar, de negar, de empezar de nuevo,
de odiar. Y al final, cuando ya no queda nada, cuando ya no hay ni contacto,
solo queda una cosa: el amor en estado puro.
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