VIAJE A UN DIARIO INACABADO. Cuando las cenizas siguen quemando. Entre los libros apilados y llenos de polvo se escondían sus papeles. Era una especie de librito con forro plateado multicolor. El viajero ignoraba lo que era y lo abrió por casualidad. A veces la casualidad llega cuando han pasado muchos años. Al abrirlo se le cayeron de su interior un manojo de entradas a museos y a conciertos inolvidables. El diario era un lamento de principio a fin. Empezaba diciendo que el único consuelo era pensar que todo lo que había entre ellos podía terminar. El viajero no pudo seguir leyendo. Lo ocultó como se esconde una maldición cumplida y volvió a quemarse con lágrimas que creía olvidadas, … quemándose como queman las cenizas que se creen apagadas. A veces las cosas suceden como por
azar pero … quién sabe … momentos antes … y la única voz
que respetaba le recordó el daño …
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