EL VIAJERO. Geografía
íntima. |
VIAJE A UN CORAZÓN DE
PAPEL
Y de pronto, se encontró
con un corazón de papel en el suelo.
Cuando el viajero lo cogió
del suelo hizo tropezar a una señora mayor que venía detrás
de él. No lo hizo a propósito, es que de repente lo vio y
se agachó sin pensarlo. No era nada especial, era de un color irreal,
roto y pisoteado pero estaba a la entrada de una basílica medieval
rodeada por un rio. Seguramente lo hizo porque iba solo, o porque le recordó
algo que había soñado.
El caso es que se lo guardó
en el bolsillo izquierdo de la camisa que es el sitio de los corazones
rotos. No es gran cosa para guardar, son cosas que andan por el suelo,
que se pisan, que se rompen, que se deshacen con el agua, que son irreparables.
Son cosas como de papel.
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