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EL VIAJERO. Geografía
íntima. |
VIAJE AL EINSEHN
Rilke, el Greco y una pelirroja.
Aquella aristócrata le dijo
al viajero, tan joven entonces, sepa usted que aquí todo el mundo
de nivel conoce de memoria los poemas de Rilke, toca el piano y baila vals.
Al lado había un piano vacío, al lado había un lago,
al lado unas montañas con flores blancas en sus alturas. El viajero
se sabía en un paraíso que sonaba a Motzart y a poemas de
Rilke, … pero atienda, le dijo la gran dama, hemos venido a hablar
del Greco, hemos venido a hablar …Junto al viajero una pelirroja empezó
a tocar el piano y tiempo después le escribió una postal
con dos cisnes en blanco y negro, que …
Empieza el viaje.
Durante la guerra, en Munich, Rilke
se encontró con una catedral cuya torre no tenía campanas,
las habían fundido para hacer cañones, y descubrió
como nos quitan la voz, como nos quedamos sin palabras para decir lo que
no se ve.
Decía Rilke que el mundo
parte de lo visible a lo invisible y en todos sus poemas el enlace entre
los dos mundos son los ángeles, por eso esa fascinación por
el mundo del Greco, un mundo lleno de ángeles con alas deformes
capaces de elevarnos de un mundo al otro, una especie de hombres pájaros
que le indicaban el camino mediante símbolos.
El Rilke viajero llega a la estepa
rusa, al Mediterráneo de Capri y a la montaña española.
De extremo a extremo sabiéndose en el centro del único mundo
que contaba en su momento. Cuando atravesó la estepa rusa, en Kazan,
se supo en su mundo, pero su mundo le rechazó, porque Rilke era
de una tierra de nadie, un hombre de la frontera.
Cuando llegó a España
en 1912 despreció Madrid, se bajó en la estación del
norte y se fue a Toledo desde la estación de Mediodía. Cuando
llegó a Toledo de madrugada no paró de andar hasta la noche.
Venía enviado por un supuesto ángel que le habló en
una sesión espiritista y le señaló un ciudad que sólo
podía ser Toledo, ¡ve a las estrellas, cadenas, tierra roja,
iglesias, castillos, un puente con dos torres ¿no ves al ángel?.
En el puente de San Martín vio caer un meteorito que simbolizaba
el ángel que llega y entra en nosotros. Los ángeles que conducen
del mundo visible al invisible: los ángeles del Greco. Luego viajó
por España pero siempre mirando por el retrovisor a Toledo, al pasado,
a los ángeles, pasó por Córdoba, Sevilla, Ronda, volvió
a Madrid para hospedarse en el hotel Palace, seguramente porque le bastaba
cruzar la calle para ir al Prado. Pasó toda su estancia en Madrid
ante las obras del Greco, y es que nunca dejó Toledo, como el viajero
que vive mirando por el retrovisor …
Pero atienda, le dijo la aristócrata,
hemos venido a hablar del Greco, hemos venido a hablar de los ángeles
de inmensas alas negras, y le leyó un poema, una elegía de
Rilke
“Hacer de mí,
y de todo esto, / una sola cosa, Señor: / […] / hacer la cosa, Señor,
Señor, Señor, la cosa, / que cósmica y terrenal como
un meteoro / sea la suma de todo gravitando en su vuelo”.
Y le habló de un meteoro, el
meteoro de Toledo. Pero atienda, hemos venido a hablar de las alas de los
ángeles del Greco.
Esos ángeles que aparecen
en los poemas de Rilke, Himmelfahrt Mariae I.II. (1913), en los que hace
referencia directa a la Inmaculada Concepción del Greco que vio
en Toledo y nos habla del "Einsehn".
Y como siempre pasaba en aquel país
de montañas y lagos, no se podía pasar por alto a la inquisición
cuando se hablaba con un español. Y le recordaron al viajero que
el elemento que más llamó la atención de los inquisidores
para sospechar de la herejía de El Greco fueron las alas de los
ángeles que, según ellos, presentaban unas proporciones completamente
inapropiadas. Decían que pintaba a los ángeles de modo diferente
a como se describen en las Biblia. Y fue entonces cuando el Greco respondió
a la inquisición “pinto así porque el mayor defecto del hombre
es ser pequeño”. Ya antes, al pintar el Expolio de Jesús
de Nazaret, cuando desnudan a Jesús para darle latigazos, pinta
a las tres Marías, su madre, María Magdalena y otra María,
y claro, la inquisición se preguntó ¿pero qué
hacen allí estas mujeres mientras se desnuda?, pero dejó
el cuadro como estaba. Pero atienda, hemos venido a hablar de las alas
de los ángeles del Greco, volvió a decir la gran dama.
Y luego hablaron de la mujer de
Rilke, Clara Westhoff discípula de Rodin, de la amistad del poeta
con el escultor y con Cézanne, de sus visitas a Ignacio de Zuloaga
en París, de su asistencia al bautizo del hijo del pintor español.
El poema la bailarina española de Rilke fue compuesto en París,
en junio de 1906 y está inspirado en la gitana Carmela, durante
una fiesta dada por Ignacio Zuloaga en su estudio de Mortmatre, y al que
Rilke se refiere en una carta a su esposa: “…se cantó y se bailó.
Una española, cuya esencia era cantar, interpretó muy bien,
con ritmo de sangre española, Carmen y coplas españolas.
Una gitana, con su típico mantón policromado sobre fondo
negro, bailó danzas españolas”.
Pero atienda, le dijo la gran dama,
hemos venido a hablar del Greco, hemos venido a hablar de los ángeles
de inmensas alas negras … Y es que la Asunción de la Virgen es un
tema tardío, que costó convertir en dogma, de hecho, no lo
consideraba en Oriente, se veneraba la dormición de la Virgen. Y
también vemos en Tiziano que la Virgen tiene una actitud pasiva
en la Asunción, no sube por si misma sino que es subida, ascendida
por las alas de los ángeles …, la asunción del alma y la
asunción del cuerpo.
Rilke creía firmemente que
la única forma de elevarse al otro lugar era a través de
las alas deformes de los ángeles, o ayudado por estos seres a los
que creía encontrarse y a los que llamaba “unbekannte”, pero que
le transmitían mensajes ...
Rilke abandonó a su mujer
y a su hija porque no quería ser esclavo de lo que llamamos "ganarse
la vida" y que le robaba tiempo para la poesía. Sólo tuvo
un trabajo estable en el año en que vivió con su mujer. Pero
otros dicen que se fue porque el amor lo entendía como un sacrificio
o como si el amor no fuese posible sin ofrecer la máxima libertad
al otro, lo que le obligó a vivir en absoluta soledad toda su vida.
Antes de fallecer, Rilke dijo que:
“la vida no puede darme ya más, he estado en todas las cumbres.
Vivir es algo grandioso.”
El viajero volvió andando
junto al lago ... y cuando dejaron aquel lugar … ella le llevó al
lago, era de noche, y nadaron en la oscuridad mirando a las estrellas.
Ella le recordó una frase de Rilke “el amor consiste de esto,
que dos soledades se protegen y se tocan y se acogen la una a la otra.”
Ella supo entonces que el viajero
seguiría y se quedaría sola, porque el viajero ya había
escrito su destino .. , y ¿qué mejor regalo que la soledad?,
como decía Rilke “el amor consiste de esto, que dos soledades
se protegen y se tocan y se acogen la una a la otra.”
Se despidieron como los que saben
que es mejor … De madrugada, al coger el coche rojo aparcado junto al lago,
encontró en el parabrisas una postal con dos cisnes en blanco y
negro, y un mensaje que se esconde en un libro de verbos irregulares en
alemán …
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