El PESO DE LA RESPONSABILIDAD.
LA ENFERMEDAD DEL EJECUTIVO
Tuvo que despedir a la mitad de
la plantilla para salvar al resto. Tuvo que sacrificar a sus mejores amigos.
Estaba solo y no podía confiar en nadie.
El sentimiento de la soledad o aislamiento
es algo subjetivo y solo en pocos casos tiene que ver con la compañía
de los demás.
Recientemente se ha empezado a relacionar
la soledad con el sentimiento de responsabilidad profesional. Hay muchos
hombres de 40 o 50 años que asumen un nivel de responsabilidad excesivo
lo que repercute en su salud y en su estado anímico. Especialmente
cuando no pueden compartir el peso de su responsabilidad con otras personas,
ya sea su esposa, compañeros de trabajo, etc.
La sensación de ser el único
responsable y la soledad frente a la toma de decisiones genera un enorme
estrés que tiene repercusiones sobre el corazón y la salud
en general.
La mujer puede ser la persona ideal
para hablar y solucionar problemas domésticos, pero para discutir
o comentar las preocupaciones laborales. En muchas ocasiones, ni al compañero
de trabajo ni al mejor amigo se le puede hacer partícipe de las
angustias que conlleva la toma de decisiones.
En algunos momentos el exceso de
presión en un ejecutivo puede alterar su estabilidad emocional.
Por ejemplo, un paciente tuvo que
despedir a la mitad de su plantilla para salvar al resto de una inminente
quiebra de la empresa. Entre los sacrificados estaban sus mejores amigos,
personas con problemas familiares muy graves, etc. No podía confiar
a nadie la decisión y cuando tuvo que comunicarla se sintió
aislado, culpable y responsable de todo el mal que estaba causando. Estaba
completamente solo.
En estos momentos la ayuda de un
experto que ayude a comprender y justificar las decisiones puede
ser importante para personas que se ven obligadas a separar radicalmente
sus sentimientos de la realidad laboral. Una responsabilidad que no todo
el mundo sabe sobrellevar.
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