¿ESTAMOS DISPONIBLES CUANDO NOS NECESITA EL CLIENTE? Ya no hay lugar para “sólo atendemos en horario comercial”. La periodista Sonia Franco, autora de ‘Los señores de la prensa’, tiene la virtud de que ha vivido mucho tiempo en Nueva York, así que muchas cosas que permanecen en España le resultan desfasadas. Con toda la razón. En un artículo en el periódico el Confidencial resume esta sensación con una divertida anécdota: “Hace poco tuve una interesante bronca por teléfono con alguien que me ofrecía un servicio anual para revisar mi caldera. Le dije que lo contrataba encantada si accedían a venir a la hora de comer o después de las ocho de la tarde. –Eso es imposible, señora. Sólo trabajamos en horario comercial. –Yo también. Su servicio me interesa, pero no estoy dispuesta a coger un día libre al año para que me revisen la caldera. ¿Qué propone? – Pues pídale usted a su marido o a sus padres que el día que toque se queden en casa. –Gracias por el consejo, pero yo quería saber qué puede hacer su empresa por mí, no yo por su empresa. –Me temo que nada más. –Pues nada, nada. –Entonces, ¿contrata el servicio? –¿Van a venir ustedes fuera del horario comercial? –No. –Pues eso.” Sonia Franco está en lo cierto. Y es que el servicio es lo que fideliza, no solo el producto. El mundo ha cambiado y no queda más remedio que adaptarse. No lo veamos como un problema, sino
como un estímulo.
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