¿CAMBIAR LA CONDUCTA O LA OPINIÓN? El perfil emocional de tu cerebro. El neurólogo y psiquiatra Richard J. Davidson es el autor, junto a Sharon Begley, del libro titulado “El perfil emocional de tu cerebro”. Davidson cuenta una anécdota que le ocurrió mientras estudiaba, en los años setenta. Un buen día, entró en un ascensor donde se encontraba el padre del conductismo Burrhus Frederic Skinner, y por el nerviosismo inducido por su presencia, pulsó el número equivocado. Inmediatamente, Davidson se dio cuenta de su error, y presionó el botón correcto mientras se disculpaba con un “perdón, he cambiado de opinión”. A ello, el reputado psicólogo le contestó que no era verdad: “No has cambiado de opinión, chico, has cambiado de conducta”. En el libro se analizan la resistencia (capacidad de recobrarse de la adversidad), la actitud (cuánto tiempo podemos mantener la energía positiva), la intuición social (pericia a la hora de captar las señales que los demás emiten), la autoconciencia, la sensibilidad al contexto (regulación de nuestras emociones) y la atención. Según Davidson, dichas dimensiones no son meras concepciones convencionales, sino propiedades del cerebro que todos tenemos y que definen nuestro carácter. Por ejemplo, el impulsivo tendría poca atención y una baja autoconciencia. El ansioso, una recuperación lenta, una actitud negativa, poca atención y una gran conciencia. Y el optimista, una mezcla de recuperación rápida con actitud positiva. En definitiva, todas las categorías que aplicamos a las personas se derivan de la combinación de dichas dimensiones. Las dimensiones cerebrales pueden alterarse a lo largo de la vida Pero no se trata de unas categorías
inamovibles que nos condicionen de por vida. La tesis principal del trabajo
de Davidson es que aunque nos encontremos en alguno de los grupos antes
nombrados, podemos alterar el mismo a través de diferentes mecanismos,
como la meditación. Se trata de una concepción que plantea
una gran pregunta. Si podemos alterar nuestra forma de ser cambiando nuestro
cerebro, es probable que todos queramos tener las mismas cualidades concebidas
como positivas.
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