|
¿POR QUÉ BEBEN
LOS JÓVENES?
Alcoholismo adolescente.
El sociólogo Francesc Xavier
Altarriba ha realizado un estudio que comprende 23.000 entrevistas
a jóvenes de toda España, y que se recogen en el libro ¿Por
qué beben? Adolescentes y alcohol.
Según el autor, el alcohol
es fuente de accidentes, de reyertas entre jóvenes y de conflictos
con los vecinos de aquellos barrios en que se ubican los locales de ocio;
también incide en la delincuencia (en Alemania, el 39,3 de los delincuentes
juveniles tiene una estrecha relación con el alcohol); y es causa
de muchas situaciones en las que se pone en riesgo la salud, desde ingresos
en urgencia por coma etílico hasta futuras adicciones.
Y toda posible solución pasa,
según los expertos, por entender el problema, identificando
correctamente las causas que llevan a socializarse en torno a la botella.
Según Altarriba, los adolescentes
beben por tres razones. En primer lugar, para evadirse, “en tanto hablamos
de una edad en la que, por muchas razones, no se está satisfecho
de la propia biografía”; en segundo, por imitación, “para
intentar ser como aquellas personas que admiran, para intentar ser adulto,
para adquirir un rol maduro”; y, por último, para desinhibirse”.
Según Altarriba, nos encontramos
ante chicos que “han sido criados en la cultura del no al no, que
han tenido dinero en el bolsillo y a los que, si bien se les ha dado muchos
caprichos (tienen móvil, videoconsola y ordenador), les ha faltado
lo esencial”. Son niños que ya no cuentan con la atención
de los padres y con normas socialmente convalidadas como fuente primera
de educación, habiendo cambiado aquellas por la interacción
con las máquinas: “Es la primera vez en la historia que los jóvenes
se relacionan con los demás a través de aparatos electrónicos
en lugar de hacerlo cara a cara. Los adolescentes actuales emplean dos
horas diarias en actividades relacionadas con el móvil, además
del tiempo que emplean en el Messenger”.
Y como se sustituye lo real por
lo virtual, también a la hora de educar, acaba forjándose,
según Altarriba, una juventud dada al botellón, a los excesos,
al incivismo.
|
|