LA ADOLESCENCIA COMO CONDUCTA CEREBRAL La adolescencia es un paso vital que permite salir del nido. Cada vez hay más estudios que analizan la adolescencia desde la perspectiva de un proceso inevitable, programado en nuestro cerebro, por el que todo el mundo debe pasar, y que distorsiona la imagen que los hijos tienen de los padres para incentivar su necesaria salida del nido y convencer a los padres de que deben asumir este proceso de maduración. Este proceso va íntimamente unido a la evolución hormonal propia de la adolescencia. Los factores que caracterizan este proceso son muy variados, como la vergüenza del adolescente hacia todo lo que hacen sus padres, la necesidad de autoafirmarse en sus gustos, cambios de humor. Son parte de la búsqueda de todo adolescente por su identidad. Sin este proceso, el niño no pasaría a ser un adulto, seguiría siempre al lado de sus padres porque no imaginaría nada mejor. El problema es que este proceso natural no lo comprende el adolescente y es difícilmente soportable por unos padres sin tiempo ni paciencia. El retraimiento interior del adolescente no debe interpretarse como egocentrismo y disconformidad con quienes le rodean, o sobrevaloración frente al resto, es sencillamente un proceso necesario para que el adolescente afiance su personalidad y adquiera autonomía en su forma de pensar, sentir y actuar. Desde 1991 ese estudio ha seguido la evolución de 2000 personas que entonces tenían entre 3 y 25 años, tomándoles neuro-imágenes cerebrales de resonancia magnética cada dos años. El resultado es una sorprendente película que muestra cómo el cerebro va desarrollándose y cambiando entre los 5 y los 20 años. En ella se observa que la sustancia gris (neuronas) aumentan durante la infancia, pero al llegar la adolescencia empieza a adelgazarse progresivamente siguiendo una onda que se inicia en las partes posteriores del cerebro y avanza hacia las anteriores y prefrontales, a las que no alcanza hasta casi la edad de adulto. Como estas últimas partes están críticamente implicadas en el razonamiento y el control emocional, esa evolución podría explicar por qué los adolescentes tienen dificultades para controlar sus impulsos emocionales, incluyendo los agresivos. Además, ese proceso de adelgazamiento
cerebral se produce antes en las chicas que en los chicos, lo cual también
coincide con que las chicas maduran antes.
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