LA PERSONALIDAD DE NUESTROS HIJOS La forma que los padres tienen de educar afecta el nivel de ansiedad en los niños. Un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Abnormal Child Psychology sugiere que el enfoque equivocado por los padres de la personalidad de un niño en particular podría aumentar la ansiedad del niño y la depresión. El estudio encontró que los niños que carecen de autocontrol se vuelven más ansiosos si sus padres utilizan un estilo relajado de la paternidad. Los niños que tienen más autodisciplina tienden a ser más ansiosos y deprimidos si sus padres no les dan suficiente autonomía. Cuando el estilo de educación de los padres encaja bien con el temperamento de su hijo, el niño tendrá menos de la mitad de los síntomas de depresión que los niños de padres que no han actuado correctamente. Los encuestadores observaron los estilos de educación y evaluaron rasgos de personalidad, depresión y ansiedad infantil mediante cuestionarios estándar. Los investigadores prestaron especial atención a la cantidad de independencia que los niños tenían y lo bien que podía controlar sus emociones y acciones. El estudio subraya la importancia de evaluar el temperamento de cada hijo, en lugar de tener una filosofía uniforme para la educación. Si el niño presenta una capacidad para controlarse a sí mismo o es capaz de realizar tareas desagradables pero necesarias, entonces le beneficiará una educación tolerante. En caso contrario este niño podría sufrir ansiedad con un padre demasiado rígido. Sin embargo, si su hijo se desvía hacia el otro extremo, la microgestión puede venir muy bien con el fin de que haga las cosas y en definitiva mejore la salud mental del niño. Ejercer la autoridad paterna sólo puede hacerse para el niño se sienta más seguro y contenido, de modo que una educación más estructurada le ayude en un su regulación emocional. "No es que el padre sea totalmente responsable de la depresión y la ansiedad", dice Lengua, autor del proyecto. "La buena noticia para los padres es que hay cosas que pueden hacer para ayudar a reducir los síntomas." Como con la mayoría de las cosas, cuanto antes empiece, mejor será el resultado. Tratar de obtener resultados de un niño de 14 años de edad, es profundamente más difícil que tratar de controlar un niño de 4 años. El principal mensaje es la diferencia.
Incluso los niños de la misma familia pueden resultar muy diferentes,
como la mayoría de los padres pueden dar fe. Adaptar el estilo de
crianza entre niños de diferentes temperamentos puede ser una tarea
formidable, pero es probable que sirva mejor en el largo plazo.
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