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¿QUÉ ES LO QUE
QUIERE UNA MUJER?
Pregunta de Freud a la Princesa
Marie.
La princesa Marie Bonaparte (2 de
julio de 1882 - 21 de septiembre de 1962) era esposa del príncipe
Jorge de Grecia dos hijos, con el que tuvo dos hijos, Pedro (1908-1980)
y Eugenia (1910-1988). Su título oficial era la Princesa María
de Grecia y de Dinamarca.
Gracias a ella, Freud pudo huir
de los nazis.
La princesa Marie perdió
a su madre al mes de nacer y fue educada por su abuela paterna. Al parecer,
sufrió mucho de la desafección sentimental paterna, lo que
ocasionó una neurosis que la llevó a la introversión.
Se casó en 1906 con
el hijo del rey de Grecia, Jorge I. y descubrió que era frígida,
condición cuyo tratamiento sería más tarde objeto
de su obra científica.
Aquí paramos para comentar
que la frigidez femenina en esta época era una virtud y que tanto
filósofos como moralistas de la época atribuían a
la mujer, por lo que resulta novedoso que esta mujer lo considerase como
una enfermedad, ya fuese sicológica o física, y que dedicase
su vida a investigarlo y a escribir sobre el tema.
Según algunas biografías,
su marido se interesaba más por su tío Waldemar, príncipe
de Dinamarca. Pero ella aceptó la situación y se refería
a que tenía "dos maridos", Jorge y el "dulce" Waldemar. Muchos años
después, cuando Waldemar murió, María escribió
el libro "Le vieux compagnon", la historia del amor entre el tío
y el sobrino, su marido el príncipe Jorge.
En 1923 escribió a Madame
Sokolnicka, la primera en practicar el análisis en Francia, a propósito
de su frigidez. Un año más tarde, publicó con un seudónimo
un artículo sobre la frigidez en una revista de medicina. Decía
que había una de tipo psicológico, y otra de origen fisiológico,
debido a una distancia muy grande entre el clítoris y la vagina.
"Esas mujeres, así, pueden cambiar y cambiar de amante, y encontrar
incluso a uno en el que el acto dura más de una hora, sin que esta
opresión venza su insensibilidad". Se hizo operar en 1929 para estimular
su placer sexual, porque la "castidad absoluta" le daba miedo. No quedó
contenta con la operación, y se hizo intervenir dos veces más.
Freud no estuvo de acuerdo porque era admitir el fracaso del psicoanálisis.
Entre tanto, hubo muchos amantes.
Actualmente se sabe que el orgasmo
se desencadena en la médula espinal y no importa dónde se
produce la estimulación pero se ha descubierto que la vagina, al
no tener terminaciones nerviosas, no puede trasmitir ninguna sensación
a la médula espinal y por lo tanto no puede desencadenar la respuesta
orgásmica.
En septiembre de 1925 fue a Viena
para ser analizada por Freud. La relación duró trece años.
Anteriormente había tenido una relación sentimental con el
discípulo de Freud Rudolf Loewenstein. Haciendo referencia
al caso de María Bonaparte, Sigmund Freud dijo «la gran pregunta
que nunca recibe respuesta y yo no estoy capacitado para responder, después
de mis treinta años de estudios sobre el alma femenina, es ¿Qué
desea una mujer?».
Una vez le dijo a Freud: "Su ardor
me encontraba muy frígida, desde todos los puntos de vista", a lo
que Freud respondió: "¡No se equivocaba!". Freud escribió:
“Tengo ahora una paciente muy interesante, una princesa de Grecia, nacida
Bonaparte, biznieta de Lucien, el hermano de Napoléon. Una mujer
profundamente inteligente, madura, dotada de un buen espíritu crítico
(...) No es una aristócrata, sino un verdadero ser humano".
María le confesó que ella estaba a la búsqueda de
la "normalidad orgasmática".
La historia de su relación
con Sigmund Freud y de cómo auxilió a su familia para escapar
al exilio se narra en la película Princesa Marie (2004), dirigida
por Benoît Jacquot, con la actriz Catherine Deneuve en el papel de
María Bonaparte, y Heinz Bennent como Sigmund Freud.
Escribió algunas obras de
sicoanálisis sobre Da Vinci y Poe. Sostenía que el hombre
nace y la mujer es un producto de su cultura.
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