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EL VIAJERO. Geografía
íntima. |
CONDENADOS A NO VER EL PARAÍSO
El paraíso es tan frágil
como una escalera de cartón.
En todos los viajes siempre hubo
paraísos. En todos los viajes hubo un mirador. En todos los viajes
recordaban la búsqueda del paraíso. No sabían que
estaban en el paraíso y no sabían que el tiempo que vivían
era el paraíso. Nos condenaron a no ver el paraíso aunque
lo tuviésemos delante.
Pero el viajero se sabía
en el paraíso. Un paraíso que empezaba al atravesar las montañas
y que olía a agua de mar. Un paraíso lleno de manzanas, que
debía esconder el árbol de la vida porque allí ella
era feliz, sólo allí. Un día mirando aquel lugar el
viajero dijo que aquello fue el paraíso, porque el paraíso
no puede ser, como las escaleras de cartón, es demasiado frágil
para durar.
La Biblia dice que el paraíso
estaba por Oriente, muy lejos de donde sabemos que está, y de aquel
lugar salía un río que se dividía en cuatro, llamados:
río Pisón, que se dice, rodeó toda la tierra de Havila;
el río Gihón, que habría rodeado toda la tierra de
Cus (Etiopía); el río Hidekel (río Tigris); que iría
al oriente de Asiria; y el río Éufrates.
Para la protección del Paraíso
y el camino hacia del árbol de la vida, la Biblia dice que Dios
puso unos querubines al oriente del huerto de Edén, y una espada
ardiente. "Una espada ardiente que se movía por todos lados, para
custodiar el camino que lleva al árbol de la vida". Es una espada
que nos ciega y no nos deja ver y disfrutar del paraíso cuando lo
descubrimos. Se quería impedir que el hombre accediera y también
comiera el fruto del árbol de la Vida, el cual proporciona inmortalidad;
evitando así que ellos y sus descendientes comieran del árbol
de la Vida y vivieran eternamente.
Siempre hubo expediciones que lo
buscaron por Oriente y como no encontraron el paraíso por allí,
entre tanto río, en todos los mapas medievales aparecía dibujado
el paraíso, con sus ángeles guardianes, pero lo situaban
por la India, siguiendo las indicaciones de Marco Polo.
En mayo de 1496 partió el
tercer viaje de Colón, al mando de una flota de seis barcos, para
demostrar que había llegado a Asia viajando hacia el oeste. Puede
que Colón pensase que ya que iban a la India pues se encontraría
con el Paraíso. De este viaje volvió Colón preso y
encadenado en el año 1500.
En este viaje las referencias al
Paraíso son continuas en los Cuadernos, pero acaba diciendo que
no puede ser porque al paraíso “no puede llegar nadie salvo por
voluntad divina".
Tercer Viaje: "Grandes
indiçios son estos del Paraíso Terrenal, proqu'el sitio es
conforme a la opinión d'estos sanctos e sacros theólogos.
Y asimismo las señales son muy conformes, que yo jamás leí
ni oí que tanta cantidad de agua dulçe fuese así adentro
e vezina con la salda; y en ello ayuda asimismo la suavíssima temperançia.
Y si de allí del Paraíso no sale, pareçe aún
mayor maravilla, porque no creo que se sepa en el mundo de río tan
grande y tan fondo". "Ya dixe lo que yo hallava d'este hemisperio y de
la hechura, y creo que si yo passara por debaxo de la linea equinoçial,
que en llegando allí en esto más alto, que fallara muy mayor
temperançia y diversidad en las estrellas y en las aguas, no porque
yo crea que allí, adonde es el altura del estremo, sea navegable,
ni agua, ni que se pueda subir allá; porque creo que allí
es el Paraíso terrenal, adonde no puede llegar nadie salvo por voluntad
divina".
Luego los portugueses compraron la
famosa hoja Mercator que se creía que descubría el paraíso.
Mercator era un cartógrafo del XVI que fijaba el paraíso
en la isla de San Brendan, a la que llamaban la octava isla canaria, así
que salió la expedición portuguesa a la Isla de Brendan en
1721 buscando el paraíso.
Los canarios la han llamado siempre
la isla de San Borondon y no existe, es un efecto óptico de los
vientos alisios.
Y luego se olvidaron del paraíso
y nadie lo buscó, salvo el viajero al que sólo le importaba
el árbol de la vida, la vida que se da, la vida que se pudo haber
vivido.
Al paraíso se llega por
una escalera de cartón, hay que subir imaginando e invocando, con
la certeza de que no conduce a ninguna parte, que sólo es una escalera
de cartón vigilada por un dragón.
Madredeus - O Paraíso
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video)
Subi a escada de papelão
Imaginada
Invocação
Não leva a nada
Não leva não
É só uma escada
de papelão
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Paraíso
Mais apertada
Mais sim senhor
Foi inventada
Por um anão
E está guardada
Por um dragão
Eu só conheço
Esse caminho
Do Paraíso
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