|
CÓMO NOS VEN ELLAS /opinión
femenina |
POSTMACHISMO Y POSTFEMINISMO
Carta de lectora.
Vivo en el norte de Europa, y me
sorprende que las mujeres jóvenes prefieren a hombres tradicionales
que actúen como “macho”, algo que resulta sorprendente para sociedades
en que la mayoría de las mujeres opta por un feminismo tradicional,
pero lo mismo sucede con el postmachismo y el caso de hombres que buscan
una mujer liberal que asuma sus responsabilidades, frente a mujeres que
den preferencia a la estabilidad familiar, sencillamente porque el hombre
europeo actual renuncia a la paternidad por las obligaciones que esto le
supone. Les escribo porque seguramente las jóvenes europeas reacciones
de este modo porque tienen que optar entre los postmachistas, que no quieren
comprometerse a nada, o los machos de antes.
Les transcribo una entrevista a
Miguel Lorente, médico forense, que publicó el diario el
Mundo y en el que se decía que “los hombres de hoy en día
no son tan distintos a los de antaño. Quizá parezca que defienden
la igualdad de géneros, pero en lo más profundo de sus mentes
continúan elaborando estrategias que les permitan perpetuar la dominación
sobre las mujeres. Así pues, consciente de que los tiempos modernos
requieren técnicas igualmente modernas, el género masculino,
acaso de un modo inconsciente, ha urdido nuevas tramas para defender su
posición de poder, la mayoría de los cuales se basan en los
supuestos problemas que el acceso de la mujer a todas las categorías
sociales ha traído al seno familiar. El postmachismo es la
estrategia o actitud adoptada por los hombres actuales para perpetuar una
trayectoria histórica común a todos ellos: cambiar para seguir
igual. Los hombres se han adaptado a la parte más superficial del
discurso feminista, pero a su vez lo han reelaborado para mantener intacta
su posición social. Ellos han cambiado, pero todo continúa
igual. El posmachista adopta una imagen sintómica con la igualdad,
marcando incluso distancias respecto al modelo de convivencia patriarcal,
pero denuncia hechos puntuales que les permiten lanzar una crítica
que asegure su posición de dominancia. En otras palabras: el postmachismo
no parte de una teoría alternativa para la nueva situación
de igualdad, sino que simplemente cuestiona todo lo que ataca la posición
tradicional del hombre. Y el desgaste que esta estrategia genera es suficiente
como para perpetuar la situación de control sobre las mujeres. El
hombre de hoy usa los elementos de lo posmoderno, como pueda ser la fragmentación
del discurso, para mantenerse en el poder. Ejemplos: critica que algunas
mujeres ponen denuncias falsas contra sus parejas, critica que las madres
estén generando en algunos casos un Síndrome de Alienación
Parental en los hijos, critica que haya que luchar excesivamente para conseguir
la custodia compartida, critica que las mujeres ya han alcanzado la igualdad
y que ahora sólo quieren obtener beneficios extras... Por tanto,
el postmachismo no critica el discurso de la igualdad en sí, sino
que cuestiona un montón de asuntos puntuales para deteriorar poco
a poco ese mismo discurso”.
|
|