LA MANÍA DE HACER PLANES La fuerza del pasado en el cerebro humano. Según un estudio de la Universidad de Pittsburgh, publicado en la revista Neuron, el área del cerebro responsable de utilizar las decisiones pasadas, y sus resultados, para guiar nuestro comportamiento futuro, nos impide vivir el presente. Las correlaciones neuronales de la metacognición (pensar sobre el pensamiento) residen en las mismas áreas del cerebro que son responsables de la cognición, incluyendo el córtex frontal, la parte del cerebro que está relacionada con la personalidad, la toma de decisiones y el comportamiento social. Los científicos estudiaron las neuronas en vivo en tres áreas del córtex frontal, para conocer en qué lugar concreto tenía lugar la metacognición. Los sujetos del estudio realizaron una prueba de toma de decisiones visual, en la que debían recordar y señalar en qué lugar de un tablero aparecía una luz. Los científicos descubrieron entonces que, mientras la actividad neuronal relacionada con las decisiones y conjeturas se desarrollaba en tres áreas distintas del córtex frontal, la actividad meramente metacognitiva, que vinculaba las decisiones con las conjeturas, solo tenía lugar en el campo visual suplementario (SEF, tal como se conoce por sus siglas en inglés), un área del cerebro encargada de planificar y controlar los movimientos oculares sacádicos, aquellos rapidísimos movimientos de los ojos que permiten que enfoquemos inmediatamente cualquier objeto. Según Marc Sommer, uno de los autores del estudio, “el cerebro debe mantener un seguimiento de las decisiones que hemos tomado en el pasado y cómo funcionaron. Para ello debe pensar continuamente. Estamos todo el rato tomando decisiones, pensando sobre otras cosas a medida que nos movemos por la vida”. Para tomar decisiones satisfactorias, debemos comparar que está pasando en cada momento respecto a lo que hicimos en el pasado. “El SEF es un área compleja del cerebro que está relacionada con aspectos motivacionales del comportamiento”, explica Sommer. “Si creemos que vamos a recibir un estímulo bueno, la actividad neuronal tiende a ser mayor en esta área. La gente quiere cosas buenas en la vida, y para lograrlas tienen que comparar que está pasando en cada momento respecto a las decisiones que tomaron en el pasado”. En opinión de Sommer, esta
investigación, y los trabajos que se realicen posteriormente a partir
de ella, es un paso más en el entendimiento de nuestra conciencia.
A través de la comprensión de la metacognición el
estudio del hilo de nuestros pensamientos se reduce a un problema más
simple: cómo un proceso cognitivo influye en otro, “para una persona
sana es imposible vivir el momento. Es algo muy bonito que decimos para
demostrar que aprovechamos nuestro tiempo y disfrutamos de la vida, pero
lo cierto es que nuestra vida interior y las experiencias que generamos
son mucho más ricas que el momento presente”.
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