LOS MIEDOS DE LA MUJER A ABANDONAR A SU MALTRATADOR.

Un maltratador es cualquier cosa, menos un hombre. El amor con maltratos es cualquier cosa, menos amor. ¿Por qué soportan muchas mujeres a sus maltratadores?.

La sicóloga Patricia Faur, autora del libro "Amores que matan", lleva muchos años analizando los testimonios y las historias de sus pacientes, e intentando explicar las causas que llevan a que una mujer elija a la persona equivocada y que soporte su violencia durante años.

La respuesta es la siguiente: "En general, son mujeres que desde muy chicas ocuparon roles inadecuados para su edad y se hicieron cargo de sus hermanos o padres que no podían cumplir el rol paterno. Entonces, lo que hacen es elegir a alguien para cuidar y proteger como hubieran querido que hicieran con ellas".  

"Amores que matan" trata el tema de la dependencia, la violencia emocional, los vínculos y el estrés conyugal. En este libro sostiene que “el amor no mata a nadie. Lo que mata es el mal amor, la obsesión, el apego, la dependencia, pero eso no es amor". 

"Lo que hace mal es la dificultad de aceptar que una relación no funciona y en lugar de romper con el vínculo las mujeres se quedan esperando que funcione nuevamente y en ese proceso se enferman", describió. 

El miedo es la constante, es el factor que influye tanto en las relaciones que se establecen como en el desarrollo de las mismas.

Las mujeres que sufren el maltrato tienen miedo por los hijos. Sostiene Faur que es un mito frecuente pensar que si abandonan al agresor, lo pierden todo, incluso a los hijos. 
Otro miedo que llama la atención es el miedo a la soledad. La dependencia emocional es tan fuerte que a pesar de los malos tratos, no conciben la vida sin su pareja. En una relación de abuso, la mujer generalmente, corta todos sus lazos con el "mundo exterior", pierde a sus amigas, y el grado de alienación hacia sus parientes puede hacer que ya no tenga diálogo o confianza con ellos. La soledad es una realidad a la que se deberá enfrentar.

Hay otro miedo social, que tiene que ver con la dependencia económica. La mujer que ha dedicado su vida al cuidado de los hijos teme quedarse sin nada si abandona al maltratador.

El maltratador, que sabe de esos miedos, los aumenta, se vale de ellos y los emplea contra su víctima, que por temor no se atreve a pedir auxilio.