¿INMADURO O INESTABLE
EMOCIONALMENTE?
Un día la persona más
feliz del mundo y otro la más desgraciada.
La inestabilidad emocional consiste
en unos cambios de ánimo que van desde la euforia a la melancolía,
y todo en el mismo día o en un breve espacio de tiempo. Se tiende
a confundir con la inmadurez, pero son conceptos completamente diferentes.
La inmadurez no consiste en los
cambios de estado de ánimo, sino en la oscilación sentimental.
La nota característica de la inmadurez es la constante variabilidad.
Sin embargo, en la inmadurez hay
notas características inalterables, como la imposibilidad de asumir
responsabilidades, por ejemplo el “peterpanismo”, la negación a
asumir las responsabilidades propias de un adulto.
Este rechazo de la responsabilidad
en su estado extremo supone el fracaso del proyecto personal. Son personas
incapaces de esforzarse en desarrollar y mejorar su vida profesional, educativa,
laboral. En las relaciones afectivas, en el amor, tienen pánico
al compromiso. Son incapaces de renunciar, de asumir sacrificios por los
demás, prefieren alterar sus sentimientos, aunque sea involuntariamente,
para seguir donde están, lejos de la madurez.
De un modo u otro, todos tenemos
algo de inmaduros y ya no digamos de inestables. Todas estas alteraciones
en el comportamiento son parte del ser humano. Vivimos en constante cambio.
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