REUBICACIÓN CRONOLÓGICA DE DINOSAURIOS MACHISTAS. ¿Es sincero el hombre actual o se disfraza de “moderno”? Las generalizaciones son odiosas, lógicamente hay hombres que se han adaptado a la nueva posición de las mujeres en la sociedad y hombres que no. Dicho esto, los datos son los datos , por ejemplo: por el mismo trabajo una mujer cobra menos que un hombre. Este ejemplo implica que ni toda la sociedad ha asumido la situación de igualdad de la mujer, ni muchos hombres han comprendido el concepto de igualdad. Sin embargo, el discurso políticamente correcto es otro: “yo soy un hombre muy moderno”. Pero los datos, los hechos, son otros: el hombre actual dice una cosa pero actúa de otro modo. Dice que acepta todo, pero luego no se compromete a nada, ya sea matrimonio, hijos, lo que sea. Es como si hubiese un trasfondo ideológico que se da por perdido, así que como se sabe que no se puede ganar, uno se disfraza, se hace pasar por un hombre moderno, pero a la hora de la verdad actúa conforme a su verdadera ideología: no acepta los mismos derechos en la mujer. Y así nos encontramos casos de violencia de género en hombres completamente normales e integrados en la sociedad. Luego está la victimización del hombre: “sólo ellas tienen derechos a …”. Muchos hombres se niegan a formalizar una relación porque no están conformes con la legislación familiar, por ejemplo: custodia de los hijos en caso de separación, adjudicación de la vivienda familiar, etc. Otro ejemplo de victimización es comparar la situación actual de pareja con el pasado: “es que en la época de mi padre …”. Es fácil decir que hay que dejar de comparar con el pasado y centrarse en los aspectos positivos de la situación actual que vivimos, sin embargo, la comparación persiste. ¿Qué ha perdido el hombre y qué ha ganado en las últimas décadas?. Existe el tópico de que la mujer ahora trabaja, pero en las clases necesitadas la mujer siempre ha trabajado, y honestamente mucho más que los hombres, dentro y fuera de casa. Lo que es diferente es el control del dinero que gana la mujer, ahora ella administra lo que gana, por eso tiene independencia, y es esa independencia la que molesta al hombre “machista”. Una cosa esta clara: nada volverá a ser como antes. Las mujeres reclaman su cuota de igualdad en todos los campos y no se van a conformar con un artículo en la constitución. Quieren y tienen derecho a ejercer todas sus responsabilidades y a asumir las consecuencias de sus decisiones. Pero esta libertad tan importante sólo tiene una limitación: la aceptación de que a muchos hombres no les gusta. El problema con el que se encuentran las mujeres es que muchos hombres “machistas”, mejor decir cobardes, no dicen lo que piensan, lo esconden, se hacen pasar por hombres tolerantes y “modernos”, y cuando es tarde se quitan la careta y sale el “machismo” que no ha desaparecido. En un mundo de libertades, tanto hombres como mujeres deben ser plenamente sinceros y tener libertad para aceptar o no aceptar. Y si hay hombres que por la razón que sea no comparten cierta ideología están en su derecho de decirlo, pero desde el principio, con valentía, y asumiendo las consecuencias. Un hombre que oculta su verdadera opinión para no quedarse solo es un cobarde y falta a la única regla de oro: la verdad, cueste lo que cueste. Consideramos esto un tema abierto
a debate y agradecemos todas las opiniones de nuestros lectores en nuestro
foro en Facebook.
|
|
