ÉTICA Y VIVIR SIN ESCRÚPULOS Cuando sólo importa satisfacer el deseo. Nietzsche decía que la ética no existe, que lo que consideramos bueno o malo es consecuencia del la lucha por la supervivencia. Es cierto que la supervivencia es el límite de muchas cosas, puede que de la ética también. Sin embargo, la evolución del ser humano ha puesto a prueba la existencia de la ética. En una primera época el canibalismo era una práctica habitual porque la supervivencia impedía cuestionar los aspectos éticos, si es que se llegaban a plantear. Hay mucho debate sobre el momento en que los clanes primitivos empiezan a rechazar el canibalismo. De hecho, en poblaciones aisladas muy primitivas se ha mantenido. Otro ejemplo sería el tipo de derechos de los soldados en la antigüedad, por ejemplo el derecho al expolio, a la violación, al asesinato. Hoy en día hay una conciencia global ética que niega estas actuaciones, sin que se justifiquen por realizarse en épocas de guerra. La ética ha ganado a la impunidad. Y no tanto porque hayan cambiado las leyes, sino porque ha evolucionado la ética de las personas. En este caso de los soldados. Imaginemos a un vegetariano estricto que tuviese que comer carne. Seguramente lo haría en caso de necesidad extrema, pero su ética le haría rechazar el sacrificio de un animal para satisfacer sus necesidades. El resto, la mayoría no vegetariana, ni se plantea este sacrificio animal cada vez que se come una hamburguesa. Esta es la diferencia, los niveles de ética de los individuos. Hay personas capaces de hacer cosas que rechazan éticamente, pero se autojustifican para poder seguir atendiendo sus necesidades. La peor justificación en
las relaciones de pareja, por ejemplo los casos de infidelidad, es la que
se hace por un supuesto amor no controlable. El verdadero amor no es amor
sin ética. No se debe confundir el deseo con el amor. Sencillamente
es dejar la ética en la mesilla para satisfacer un deseo que no
se puede controlar.
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