LA PERCEPCIÓN QUE EL MUNDO TIENE DE NOSOTROS. Darle la importancia que tiene, no más. Damos una importancia excesiva a la percepción que el mundo tiene de nosotros. Eso es una fuente constante de angustia. No se puede gustar a todo el mundo
al igual que no nos gusta todo el mundo. Hay que sobrellevar las opiniones
de todo tipo y aceptar todo lo que sea positivo y constructivo.
|
|
|