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LA DEPRESIÓN Y EL DEPORTE
COMO TERAPIA.
Nuevas teorías ponen en duda
el remedio del deporte como terapia contra la depresión.
Numerosos artículos médicos
publicados al respecto ponen de relevancia la influencia positiva del deporte
en las personas con tendencia depresiva. Sin embargo, los autores de la
investigación publicada en el 'Archives of General Psychiatry' matizan
que las muestras seleccionadas en los estudios precedentes sólo
evaluaban a segmentos específicos de la población, más
propensos a desarrollar tales efectos positivos en el desarrollo de los
síntomas de ansiedad y depresión.
Los científicos, dirigidos
por Marleen H. M. De Moor, han seleccionado una muestra de más de
8.500 personas de 18 a 50 años. En total, han evaluado los casos
de 5.952 gemelos, 1.357 hermanos de los mismos (con carga genética
emparentada pero no exacta) y unos 1.249 progenitores.
Desde 1991, los participantes recibieron
cada dos años un cuestionario en el que ellos mismos reflejaban
su estado de salud, modos de vida y rasgos de su personalidad de un modo
detallado. El nivel de las actividades físicas desarrolladas por
cada uno de los miembros de la muestra se midió a través
de la llamada 'tasa metabólica equivalente' (MET), que contabiliza
el gasto energético muscular que se experimenta con cada ejercicio.
Mientras que los síntomas depresivos fueron agrupados en distimias,
ataques de pánico, fobia social, comportamiento neurótico
y ansiedad generalizada.
Gemelos exactos
Los individuos que realizaban ejercicio
físico con más carga metabólica manifestaban un leve
descenso de los síntomas de la depresión, sin embargo, la
causa del buen estado de ánimo no provenía de las actividades
en sí, sino de su comportamiento a la hora de realizar un ejercicio
y su carácter voluntario.
Los datos de los gemelos monocigóticos,
es decir, los genéticamente idénticos, fueron analizados
con especial interés para determinar la importancia del deporte
en el mantenimiento de una autoestima favorable. Sin embargo, los resultados
arrojaron que el gemelo sometido a un mayor entrenamiento físico
no mostró menos indicios de ansiedad o depresión que el que
practicó deporte de una forma más moderada. Los síntomas,
en caso de haberlos desarrollado, eran los mismos en ambos hermanos y,
en ocasiones, incluso eran similares a los demás miembros de la
familia. Además, los análisis mostraron, con el tiempo, que
no se produjeron cambios de humor significativos en el gemelo que aumentó
su nivel de ejercicio.
El resultado no fue igual, en cambio,
en los gemelos fraternales, nacidos de dos óvulos fecundados de
forma independiente. En estos casos, se observó que el hermano físicamente
más activo mostraba menos síntomas de tendencia depresiva,
cuestión que los científicos holandeses atribuyen a un componente
genético distinto que hace que uno de ellos tenga más predisposición
a practicar deporte de forma voluntaria, que sí mejoraría
el estado de ánimo de las personas.
Los investigadores de la Universidad
de Amsterdam (Holanda) han matizado que "se desconocen cuáles son
exactamente los genes que pueden estar implicados en el comportamiento
de las personas a la hora de realizar un ejercicio voluntario" (uno de
los factores relacionados con la disminución de la ansiedad y la
depresión), pero apuntan a la posibilidad de que la dopamina, la
norepinefrina y la serotonina se encuentren entre los componentes.
Según recoge el estudio,
"el ejercicio realizado de forma voluntaria en el tiempo libre está
bajo la influencia de factores genéticos, mientras que el dirigido
o supervisado por alguien está determinado por otros factores ambientales
que no influyen en el estado de ánimo".
Aun así, los autores insisten
en que los resultados "no quieren decir que el deporte no pueda beneficiar
a aquellos con ansiedad o trastornos depresivos", sino que, al contrario
de lo que se ha afirmado anteriormente, éste no tiene efectos similares
a los antidepresivos o a las terapias cognitivas.
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