¿SE PUEDE REHABILITAR
AL AGRESOR DE GÉNERO?
La polémica de una solución
sicológica para hombres condenados por agresión sexual que
siguen conviviendo con su pareja.
Los maltratadores condenados a menos
de dos años de pena y sin antecedentes penales no tenían
la obligación de someterse a terapias de rehabilitación de
maltratadores, mientras que ahora se impone por ley.
Ya hace años que desde los
tribunales se comenzó a aplicar de manera experimental los primeros
cursos en España de rehabilitación de agresores. La puesta
en marcha levantó una cascada de reacciones contrarias y protestas,
alentadas por colectivos feministas.
Un escaso número de los maltratadores
que han iniciado una terapia a través del programa municipal de
Prevención a la Violencia han conseguido superar los déficit
cognitivos y conductuales que explican su comportamiento violento y el
50% de los que siguen el programa voluntariamente acaba por abandonarlo.
Los sicólogos judiciales
afirman que este tipo de iniciativas son imprescindibles pues un tercio
de las víctimas sigue viviendo con el maltratador y cuando la pareja
se separa, el acosador suele encontrar una nueva acompañante en
un periodo de seis meses y reincide en su conducta violenta.
Llama la atención aproximadamente
en la mitad de los casos, los acosadores tienen problemas relacionados
con el alcohol, por lo que se intenta que su tratamiento se complete con
la visita a una unidad de conductas adictivas.
Cuando los agresores acaban la terapia
(18 meses) siguen en contacto con los profesionales, quienes intentan mantener
relación con alguien cercano al maltratador que pueda dar cuenta
de la situación en la que se encuentra el mismo.
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