La revista masmasculino.com como un ejemplo de “caballerosidad y masculinidad bien entendida” y de “revista destinada a un público masculino amante de la cultura y defensor del respeto, siempre el respeto”. 

Notas de prensa del libro de masmasculino.com "Muchas historias para decirte que yo te quiero más. > Un hombre sólo es realmente un hombre cuando lo da todo por una mujer"


17 de septiembre de 2019

VIAJE AL SOL Y LA LUNA LLENA ENTRE MONTAÑAS

El agua no dejaba ver, caía a cántaros, de pronto se hizo de noche.

El viaje empezó con una avería del coche que les obligó a buscarse otro.

El viajero refunfuñaba y ella le mandó no volverlo a recordar nunca. No consentía que nada estropease su viaje. El coche era lo de menos.

Iban por un valle de alta montaña. Se les había hecho tarde. Siempre se les hacía tarde cuando viajaban.

Siempre había un lugar, un rincón, una excusa para agarrar los sitios en la memoria viajera.

Esta vez la culpa la tuvo una joya de catedral junto al Ebro.

Ya de viaje, de catedral en catedral, atardeció por un estrecho valle con montañas inmensas a cada lado. 

Mira a la izquierda, sobre la montaña, la puesta de sol. Mira a la derecha, la luna llena inmensa de color oro sobre la montaña. 

La luna y el sol al mismo tiempo, frente a frente, de montaña a montaña.

Estaban en medio de unos valles de alta montaña y sin reserva en ningún hotel. Como siempre, a la aventura.

Pararon en un pueblo precioso con una catedral románica más grande que el pueblo. Ya era de noche pero el día les había regalado tres catedrales. Así que sin prisa pasearon por el pueblo. Las calles empedradas, todas las casas de piedra y pizarra. La noche lo llenaba todo y quedaba subir al puerto a la luz de la luna.

De camino compraron unas magdalenas, por si acaso.

Al final del puerto un túnel inacabable y a la salida un hotel al que por suerte le quedaba una habitación libre. 

Esa noche tuvieron suerte. 

El hotel estaba repleto de coches de carrera antiguos que hacían una ruta de montaña. 

Los viejos viajeros con sus viejos coches nunca se agotan. Siempre tienen algo que recordar.

Cuando amaneció descubrieron el paraíso en el que se encontraban. Los coches antiguos fueron más madrugadores que ellos y habían desaparecido.

Al fondo, un circo de montañas repletas de abetos con un rio que cruzaba el valle.

Los días siguientes viajaron entre valles y montañas. Subieron a una montaña a caballo. Por fortuna los caballos eran buenísimos y cruzaban los ríos de montaña y escalaban con las pendientes con todo cuidado.

Subieron en teleférico a lo alto de las cumbres. Un lugar mágico donde lo único que se te pasa por la cabeza es dejar de pensar y mirarte por dentro. Un sitio que te robaba el habla. Unas paredes de piedra reverdecida de un color nunca visto. 

Entre pueblos medievales de alta montaña, entre paisajes impresionantes, entre catedrales y pequeñas iglesias medievales, se olvidaron de todo y cuando tocó volver se enteraron de que había tormentas peligrosas. 

Como era imposible conducir con la cantidad de agua que caía, no se les ocurrió otra cosa que desviarse a un pueblo histórico de camino. Estaba todo cerrado y se refugiaron dentro del coche junto a la catedral. Por suerte llevaban magdalenas. 

El agua no dejaba ver, caía a cántaros, de pronto se hizo de noche.


 

Publicidad
Anúnciese en masmasculino.com.

ir a inicio de página

Copyright © masmasculino.com 
Todos los derechos reservados. El uso de esta información sin autorización expresa de masmasculino.com y al margen de las condiciones generales de contratación de masmasculino.com, será perseguido judicialmente.
Volver a la página anterior