Notas de prensa del libro de masmasculino.com "Muchas historias para decirte que yo te quiero más. > Un hombre sólo es realmente un hombre cuando lo da todo por una mujer" |
16
de marzo de 2018
VIAJE A LOS NOMBRES OLVIDADOS Perdonadme por olvidar vuestros nombres. El viajero me estaba contando una preciosa historia de juventud. Entonces se dio cuenta de que había olvidado un nombre. Se esforzó, se rascó la cabeza, pero no salía nada de ella. El nombre de aquella jovencita se había olvidado y no había modo de recordarlo. Por esas cosas de la vida no se ponen nombres en las fotos. Seguramente creemos que siempre vamos a recordarlo todo. El viajero no se sintió viejo y desmemoriado al olvidar el nombre, peor que eso, se sintió culpable y dijo como para sí “perdonadme por olvidar vuestros nombres”. No era ningún consuelo tener la certeza de que ellas también habrían olvidado su nombre. Al olvidar aquellos nombres sus recuerdos se habían quedado huérfanos. Recordaba las caras, recordaba los lugares, pero no recordaba las letras de las canciones. Decía que las letras de las canciones merecen ser recordadas igual que la música, pero sólo cuando son verdaderos poemas. En esos casos la letra va inseparablemente unida a la canción, como el título al libro. Sus recuerdos sin los nombres ya no eran lo mismo. Un nombre lo puede cambiar todo. Como si uno se acordarse de un lugar pero no de su nombre, de la trama de una novela, pero no del título. Luego pensó que el cerebro es selectivo y que como no puede almacenarlo todo, borra de la mente lo accesorio, por eso no había borrado el recuerdo, que permanecía nítido, sólo se había llevado el nombre. Menudo error del cerebro haber borrado los nombres. Para los cerebros los nombres son poca cosa, tampoco lo son las imágenes que también se acaban nublando en la memoria, lo que queda es lo que se sintió en aquellos momentos, lo que nos dieron y desagradecemos al olvidar el nombre. No te preocupes, ya lo recordarás, o preguntamos a …. No, me contestó tajante, preguntar es pedir prestado, es reconocer que no tengo memoria, que soy capaz de olvidar un nombre que me sonaba a música. Perdonadme
por olvidar vuestros nombres.
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