CÓMO ENSEÑAR HÁBITOS DE TRABAJO Y ESTUDIO

Podemos tener el mejor coche, pero si quitamos las ruedas no se mueve.

Lo mismo sucede con las personas con alta capacidad intelectual pero que carecen de hábito de trabajo o fuerza de voluntad.

¿Cómo enseñar a un adolescente a crear ese hábito de trabajo?

El ejemplo podría ser una solución, educar a través del ejemplo, pero no siempre somos ejemplares, además de que decir que es la única solución es imposibilitar a los padres y formadores no ejemplares a formar en la adquisición de hábitos de trabajo.

Hay técnicas para generar ese hábito de trabajo en personas con una gran capacidad intelectual pero que carecen de ese hábito de trabajo, fuerza de voluntad necesaria para ser ordenadas en sus estudios, estudiar a diario y conseguir el aprobado. 

Estas técnicas consisten en reforzar actitudes, por ejemplo limpiar la mesa de trabajo. ¿Cómo conseguir que un adolescente tenga colocada la mesa de estudio? Esto es casi tan difícil como conseguir que coma pescado. ¿Cómo conseguir que estudie un número de horas fijas al día en lugar de dejarlo todo para el día anterior al examen?

Ni siquiera esperar a que maduren es la solución porque hay personas adultas que carecen de hábitos de trabajo. Por ejemplo, el empleado que nunca cumple con las fechas de entrega, el que siempre llega tarde, el que se distrae con el móvil cuando se está explicando una pauta laboral.

No hay soluciones mágicas. Lo ideal es empezar a respetar esos hábitos desde la infancia, pero no siempre es posible cuando el niño o el adolescente se niegan en rotundo. 

Como la paciencia paterna es infinita a lo mejor un día el adolescente se consigue convencer, sin castigos y premios, de que hacer las cosas bien hechas nos hacen sentirnos mucho mejor con nosotros mismos. 

Hasta que ese día no llegue será como un coche sin ruedas porque los hábitos de trabajo son la esencia.