¿CÓMO CONVENCER A UN ADOLESCENTE PARA QUE DEJE UNA ADICCIÓN?

En la adolescencia la influencia del padre es muy inferior a la del entorno social (la pandilla).

Los psicólogos recomiendan solucionar este problema dialogando, no castigando.

Si se coge el problema a tiempo mejor que mejor, pero por lo general cuando se descubre es tarde.

Personalmente tuve esa suerte. Un día que le dije a mi padre que quería fumar, sin inmutarse, me dijo que mejor una pipa que el cigarro. Y me regaló una pipa de las suyas, la cargó, la encendió y me la dio. Me dijo que para fumar había que tragase el humo. Lo hice y no he vuelto a probar un cigarro en la vida. 

Por desgracia no todos los padres son tan sabios. Tampoco lo son los hijos y no les sirve ni el triste ejemplo de ver fallecer a un familiar de cáncer de pulmón.

Los padres nos negamos a aceptar que a los 15 ó 16 años nuestros hijos tienen capacidad de razonar casi como un adulto. Así que puede tomar una decisión distinta a la que se le aconseja. Seguramente se equivoque y con los años comprenda el error, pero en ese momento nadie le puede hacer cambiar porque está convencido de que esa decisión es la mejor. 

Lo que hay que transmitir es que uno está en su derecho de decidir, pero que una vez que uno toma una decisión la hace suya y que las responsabilidades las tiene que asumir.

Lo de predicar con el ejemplo puede que ayude pero hay padres fumadores con hijos no fumadores y a la inversa. Lo importante es ser sincero, si el padre fuma debe explicar que lo hace porque no puede quitarse del tabaco o simplemente que asume el riesgo de sufrir cáncer. 

Cada uno es dueño y esclavo de sus decisiones y eso los padres no queremos aceptarlo y queremos evitar que nuestros hijos incurran en errores, pero es inevitable y lo único posible es dar el mejor consejo y cruzar los dedos.