24 de mayo de
2017
VIAJE A LA HIERBA POR CRECER Como siempre ha sido, como la hierba que sobrevive al frío. El viajero paseaba por lo alto de la montaña dando vueltas a sus problemas, la imposibilidad de encontrar una solución a todo y a punto de entrar en la desesperación. Iba caminado con esa cara que ella sabía leer. ¿Qué te pasa, te puedo ayudar? Nada, tú no tienes tiempo para preocuparte con esas cosas. Iban caminando por la alta montaña en plena primavera cuando todos los pastos deberían estar verdes, pero estaban marchitos, estaban marrones. Entonces encontraron a unos pastores y les preguntaron por la hierba, por esos pastos que no habían crecido en plena primavera. Sabían lo importante que era para ellos aquella hierba con la que alimentaban a sus vacas de montaña durante todo el verano. Y les dijeron que no había que preocuparse por aquella hierba, que no había salido por el frio tan grande que había hecho en aquella primavera tan tardía, pero que en cuanto llegase el calor crecería la hierba y sus vacas, aquella vacas silvestres que pasaban el verano en la alta montaña, tendrían sus pastos. No, no pasa nada. Es el frío que no deja crecer la hierba. Ya vendrá el calor y crecerá la hierba. Y así les explicaron que todo llega, que la hierba necesita calor para poder crecer, que no hay que perder ni la paciencia ni la esperanza. Cuando uno menos se lo espera llega el calor y sin hacer nada crece la hierba que creíamos perdida. Entonces comprendió el viajero que muchas veces los miedos provienen de la ignorancia, de no saber que detrás del frío tendrá que venir necesariamente el calor y de no saber que sin ese calor los pastos no puede crecer, la hierba no puede nacer. Así que no queda otra que
armarse de esperanza, que significa esperar. Esperar a que llegue ese calor
y confiar en que el sol va a hacer crecer los pastos y habrá abundancia
y que si no viene ese calor y no crece la hierba de alguna forma seremos
capaces de encontrar la mejor solución, como siempre ha sido, como
la hierba que sobrevive al frío.
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