29 de abril de
2017
EN CUIDADO DE LOS OJOS FRENTE
A LAS PANTALLAS
El cansancio en los ojos después
de horas ante el ordenador.
Todas las pantallas emiten la denominada
luz azul, que, aunque en pequeñas cantidades es positiva para el
ojo, cuando abusamos puede producir otras afecciones como estrés
visual, una posible anticipación de la degeneración macular
asociada a la edad (DMAE) o problemas del sueño.
Cada vez más personas sufren
fatiga visual provocada por el uso frecuente de teléfonos, tabletas
y otros dispositivos electrónicos.
Los primeros síntomas son
la sequedad ocular, dificultad para enfocar, ojos rojos e irritados, dolor
de cabeza, mayor sensibilidad a la luz, cansancio, dolor en el cuello,
hombros o espalda, pérdida de la productividad, visión borrosa
y doble o malestar general.
Existen algunas formas de aliviar
la fatiga ocular:
Los especialistas recomiendan
que cada 20 minutos de trabajo, miremos algo a lejano (a unos 5 o 6 metros)
durante 20 segundos. Esto alivia el estrés ocular.
En condiciones normales el ser humano
parpadea cada 4 segundos, es decir, 15 veces por minuto. Sin embargo, cuando
nos ponemos ante al ordenador, reducimos hasta un 70 por ciento esta frecuencia
de parpadeo. Por esta razón, muchas personas pueden padecer sequedad
ocular por disminuir el parpadeo.
Con el fin de mantener el ojo mejor
lubricado, se aconseja aumentar voluntariamente el parpadeo.
Un ojo joven usualmente no notar
problemas, pero los mayores o una persona con más riesgo de padecer
sequedad ocular podrán complementar con lágrimas artificiales.
Los expertos recomiendan adecuar
la distancia a la pantalla con respecto al ojo, 50 centímetros en
el caso de los ordenadores y unos 30-40 centímetros en el caso del
móvil.
Además, es fundamental mantener
una correcta postura ante la pantalla. Como mínimo alejándonos
50 centímetros con la espalda apoyada en el respaldo de la silla
o del sofá, descansando cada 20 minutos y parpadeando de manera
frecuente.
Una buena iluminación, sin
reflejos y con claridad es esencial para no esforzar el ojo, ya que cuando
estamos en un ambiente oscuro la pupila está más dilatada
y nos cuesta enfocar de cerca.
|