20 de enero de 2017
EL PLACER DE SABER QUE NO TIENE REMEDIO Afortunadamente no podemos rectificar. Lo que hacemos ya no tiene remedio. Para bien o para mal. Está hecho y no lo podemos cambiar. A veces, cuando hacemos daño a alguien, nos gustaría tener magia y poder volver al pasado para corregirnos y volver a vivir ese momento mejorándolo. Afortunadamente no es posible. Cada momento es único e incorregible. Aunque hagamos daño a los demás. A veces nos gustaría volver a abrazar al padre que se ha ido y al que se comprende cuando se sube a la altura de su edad. Cuanto se daría por un abrazo infantil con la mente del adulto que llega a comprender. Pero no es posible revivir lo pasado. Sólo queda el recuerdo. Tomamos una decisión y vivimos el resto de la vida a raíz de lo que hemos dicho, nos hemos quedado por decir, no hemos hecho o hicimos. ¿Te imaginas si …? No sabemos.
Tenemos un segundo para elegir y una vida entera para comprobar si se acertó.
|
|