UN MARIDO EN SAN FERMÍN

Un héroe salva su mujer cogiendo a un toro por los cuernos.

Si uno no ve el vídeo cuesta creérselo.  El toro embiste a varios corredores, lanza a uno por los aires, y cuando intenta cornear a la mujer estadounidense del suelo, su marido, el hombre de gafas, agarra al toro de los cuernos. Mientras otro le ayuda por el rabo y consiguen darle la vuelta. 

Qué heroicidad, qué valentía, qué amor por su mujer.

Y pensar que a lo mejor el día anterior habían estado discutiendo porque uno quería ir a la playa, el otro a la montaña, uno quería ir al cine a ver esta película, el otro la otra, uno quería que la estatuilla de su madre estuviese encima del televisor, el otro que en el cajón, cosas de pareja, cosas que parecen tener toda la importancia del mundo y que a veces rompen hasta el futuro. 

Cosas pequeñas pero que se llevan por delante todo con sus dos cuernos y sus seiscientos kilos, cosas contra las que un hombre debe sacar fuerzas imposibles y coger a la bestia de seiscientos kilos por los dos cuernos y salvar a su mujer para salvarse él.