12 de junio de 2016
NIÑOS SIN MADRE Subir al Everest con una mochila de piedras a la espalda. La adolescencia es una de las etapas más difíciles de superar para una persona, el momento de la vida en el que se siente más miedo e inseguridad. En esos momentos en los que se sale de la niñez, la presencia de una madre es como el amarre que sujeta al barco al puerto. Cuando un adolescente pierde a su madre queda a la deriva, tiene que alcanzar la madurez con muchas más dificultades y errores que el resto de los niños. Esos niños sin madre son especiales. Son duros como piedras. Están solos. Sienten una envidia que no se puede explicar cuando se sientan a tomar una hamburguesa y ven a su alrededor mesas llenas de niños con su padre y con su madre. Cuando llega la madurez, esos niños han sido capaces de subirse el Everest con una mochila de piedras a la espalda. Esos niños serán los
mejores hombres y sus madres se sentirán orgullosas.
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