EL HÉROE DEL AUTOBÚS.

¿Quién dijo que no quedan héroes?

Un conductor de un autobús madrileño de la línea 29 ha querido defender a dos chicas que estaban siendo hostigadas por cinco macarras tras un sábado de borrachera. Al final le dieron una paliza que quedó grabada por la cámara del autobús.

Podía haberse quedado al margen, hacerse el sordo, pensar que era muy tarde y que no son horas, podía haber tenido miedo, pensarlo dos veces. Nadie le habría reprochado nada, la mayoría de los hombres sienten un miedo que les aterroriza y no mueven un dedo. Saben lo que les espera si lo hacen.

Seguramente este conductor de un autobús madrileño de la línea 29 lo sabía, pero llegó un momento en que sintió tanto asco viendo a cinco animales atosigar a las chicas que imaginó lo que pasaría cuando bajasen del autobús, así que no pensó, sólo actuó. Quedó malherido, pero seguramente salvo a las dos chicas de algo peor.

¿Quién dijo que no quedan héroes?