4 de febrero de 2016

O BRUTO O ROMÁNTICO 

En esos momentos.

En los momentos de máxima intimidad entre un hombre y una mujer se suelen cuestionar dos extremos en la personalidad masculina. O bruto o romántico.

El bruto no es grosero, el bruto es la base masculina libre de todo aderezo. Es la masculinidad en estado puro. Si la sexualidad trata de simplificar los rasgos personales, en estos casos lo consigue. No es tanto ser bruto como ponerse bruto. En una versión tolerable del amor no romántico dentro del amor romántico o de pareja. Es como si la sexualidad exigiese su propio espacio y su propio lenguaje durante su tiempo imponiendo una actuación nítidamente masculina o femenina durante el acto sexual.

El romántico es el otro camino de la sexualidad masculina. Una camino que conlleva dejar que pase el tiempo antes de consumar la relación y que exige de unos pasos previos que acrecienten la confianza en la pareja, una cena íntima, unos bailes románticos, los regalos, etc.

El hombre en estado puro, aún cuando sea muy culto, es bruto. Las conversaciones entre hombres que son amigos desde siempre, cuando hay intimidad, con independencia del nivel cultural, tienen un lenguaje que desde una perspectiva femenina se calificaría como “bruto”. Un lenguaje muy directo con expresiones también brutas.

Es curioso que muchas mujeres exijan esta actitud en el momento más íntimo de la pareja, cuando para llegar hasta ese momento han exigido todo lo contrario, que es romanticismo y galantería. 

Incluso en aquellos casos en los que la mujer exige el romanticismo hay días excepcionales e imponen la otra personalidad, la del bruto.

Así que en muchos hombres se produce una discordancia de personalidad. Empiezan la noche cenando y bailando como Dr. Jekyll y la acaban como Mr. Hyde en los momentos más íntimos. 

Pero es normal porque al hombre le sucede exactamente lo mismo, con lo que en algunas ocasiones una mujer se transforma en sus actos y en su lenguaje para que se pueda desarrollar en toda su plenitud la relación íntima de pareja.

Seguramente en toda pareja no hay un bruto o un romántico, hay momentos en los que predomina una de las dos formas. El resto del tiempo será normal, el hombre más bruto que la mujer y ella más romántica que él. 
 


 

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