23 de noviembre de
2016
COMERSE A BESOS CADA MAÑANA La pareja del parque de cada mañana. En un parque en el centro de la ciudad, a esa hora en que está amaneciendo, cada mañana se cumple un ritual. Son una pareja de cuarentones bien arreglados que antes de ir a sus trabajos se despiden comiéndose a besos. No es cuestión de un día, ni de unos meses, llevan mucho tiempo haciéndolo. Siempre es en el mismo lugar, bajo el mismo árbol. Les da igual que estén los jardineros o que pase gente. Se besan sin descanso durante minutos. Todas las mañanas, siempre en el mismo sitio, siempre el mismo ritual. Y los jardineros y todos los madrugadores que pasean cada mañana por el parque, todos ellos, se mueren de envidia. A quién no le gustaría
empezar cada día con un beso eterno en aquel lugar en el que empezó
todo. Y así todos y cada uno de los días antes de despedirse.
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