26 de agosto de 2016
UN ELEGANTE TURNO PARA DEJARSE IR. A dos días del reencuentro. Gustavo Bueno, el filósofo español y padre de la 'Teoría del cierre categorial', falleció a los 91 años en el verano de 2016 en su casa asturiana de Niembro. Vivía allí retirado desde había muchos años cuando su esposa, Carmen Sánchez, sufrió un ictus y se encontraba impedida en una silla de ruedas. Entonces decidió recluirse a su lado y dedicarse exclusivamente a cuidarla. Llevaban casados desde 1953 cuando Gustavo Bueno empezaba a concebir la Teoría del cierre categorial en Salamanca. Cuando ella falleció, Gustavo empezó a sentirse mal del corazón y tuvo que empezar a utilizar una silla de ruedas. No fue por mucho tiempo, sólo sobrevivió a su mujer un par de días. Contaba Fernando Palmero en el periódico
el Mundo que fuentes cercanas a la familia, que no quisieron aclarar si
su muerte está relacionada con la profunda tristeza que le produjo
la de Carmen, recordaron que ambos fueron conscientes de la cercanía
de su final pocos días antes, cuando cogidos de la mano en el jardín
de su casa se miraron profundamente, sonrieron y establecieron sin decirlo
un elegante turno para dejarse ir.
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