21 de enero de 2016

DE UN NO TE QUIERO A QUE TE GANAN UNA GUERRA

Los 20 años de diferencia entre Isabel la Católica y Alfonso V de Portugal.

El hermano por parte de padre de Isabel la Católica, Enrique IV de Castilla, se empeñó en casar a su hermana con el rey de Portugal, Alfonso V de Portugal. No lo consiguió con su hermana pero el destino quiso que su hija Juana se acabase casando con él, pero seguimos con Isabel.

El caso es que ante la insistencia del rey portugués por casarse con Isabel, Enrique IV fuerza un encuentro en el monasterio de Guadalupe entre su hermana Isabel la Católica y Alfonso V de Portugal. 

Eran primos segundos. Isabel tenía 13 años y ya apuntaba carácter. Alfonso V tenía 32 años y no se la supo ganar. 

Isabel se negó en rotundo alegando la diferencia de edad. 

Es curioso para la época que una infanta tan joven rechazase todos los acuerdos de matrimonio que le prepararon hasta acabar casándose por amor contra la voluntad de su hermano, el rey.

De lo que sí se enamoró Isabel fue de la belleza del monasterio de Guadalupe, al que denominó "mi paraíso". Isabel regresó en varias ocasiones,  como cuando aceptó la propuesta de Colón para financiar su viaje a las Indias, que todos calificaban como una locura, pero la suerte estaba de parte de Isabel y descubrieron América. Incluso ordenó que su testamento se custodiase por los monjes del monasterio de Guadalupe, como así fue. 

Luego Isabel se casó contra la voluntad de su hermano con el futuro rey Fernando de Aragón, un año más joven que ella, y que se había cruzado Castilla disfrazado de mozo de mulas para acabar casándose con Isabel.

A la muerte del hermano de Isabel (Enrique IV) vino la guerra civil de Castilla entre Isabel y su sobrina Juana la Beltraneja, que se casaría con el rey Alfonso V de Portugal. 

El caso es que en la batalla de Toro, el futuro rey Fernando ganó al rey Alfonso V de Portugal, que como pasa entre reyes también era su primo.  Así que le ganó doblemente, en la batalla del amor y en la de la guerra.

Y así es la historia, de un no te quiero por viejo, a que te ganan una guerra y te quedas sin Castilla y sin castellana. 
 


 

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