¿Y SI PASAMOS DE LA CARNE?
Precauciones para los excesos vegetarianos.
La Asociación Española
de Dietistas-Nutricionistas (AEDN) ve con buenos ojos la dieta vegetariana
en cualquier etapa de la vida, siempre que se complementen con vitamina
B12 y esté bajo supervisión de un experto.
Pero cómo despedirse de la
carne, el pollo y el pescado.
No todos se despiden del todo. Los
vegetarianos pueden subdividirse en: lacto-ovo–vegetarianos, que son los
que consumen lácteos y huevos, y veganos, aquellos que no consumen
ningún producto animal.
Las dietas vegetarianas presentan
deficiencias en proteína, ácidos grasos de cadena larga -omega
3-, hierro, zinc, vitamina D y vitamina B12, porque estos se encuentran
principalmente en alimentos de origen animal y, por tanto, sólo
es posible enriquecer la dieta vegetariana con suplementos artificiales.
Sin embargo, son ricas en carbohidratos,
ácidos grasos omega 6, fibra, carotenoides, ácido fólico,
vitaminas C y E, magnesio, y son bajas en grasa saturadas y colesterol.
Muchas personas mayores creen que
hacerse vegetariano es lo más sano pero, son los que mayormente
deben someterse a un control de la dieta por parte de un especialista en
nutrición y dietética, ya que los ancianos vegetarianos pueden
tener riesgo de consumir muy poca vitamina D y B12.
Las deficiencias pueden disminuir
las funciones cognitivas y causar anormalidades neurológicas y es
bastante común en personas de tercera edad, sean vegetarianos o
no, debido a los problemas de absorción propios de esta época.
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