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LA OBESIDAD YA ES UN PROBLEMA
INTERNACIONAL.
Cambios en las costumbres alimenticias
y falta de ejercicio.
La población mundial con
sobrepeso y obesidad ya ha alcanzado los 1.000 millones de personas, superando
así a los 800 millones de gente desnutrida. Asimismo, ningún
país, ni rico ni pobre, ha conseguido combatir el problema de la
obesidad, según recoge un estudio llevado a cabo por científicos
de la Universidad de Carolina del Norte, que ha sido presentado en la conferencia
internacional de la Asociación de Economistas Agrícolas celebrada
en Australia.
"Es un hecho real", declaró
a la BBC el doctor Pedro Kaufmann, de la Sociedad Uruguaya para el Estudio
de la Obesidad. "Hoy en día hay más gente en el mundo con
exceso de peso que con falta de peso y las consecuencias son enormes por
los trastornos asociados a la obesidad", aseguró. El experto agregó
que "la principal causa de este alarmante aumento son los cambios en la
dieta de la gente y la falta de ejercicio y es un grave problema que ya
no es exclusivo de los países ricos y desarrollados". "La obesidad
ahora es la norma mundial", refleja el estudio.
Este cambio en las cifras se debe
a que la propagación de la obesidad ha ocurrido rápidamente,
mientras que el hambre ha disminuido lentamente entre los 6.500 millones
de habitantes del mundo. Según el doctor Pedro Kaufmann el sobrepeso
y la obesidad ya no son trastornos exclusivos de ricos y zonas urbanas,
sino que se han trasladado a los pobres y zonas rurales del mundo. "Si
bien las clases extraordinariamente pobres del mundo en vías de
desarrollo siguen siendo desnutridas, en los estratos un poco más
altos, que siguen siendo pobres, aparece ya la obesidad", anotó.
"Y esto sucede porque se combina la malnutrición con el exceso de
grasas e hidratos de carbono, lo que resulta en obesos malnutridos", agregó.
En gran parte del mundo en vías
de desarrollo, explica el estudio, ha ocurrido un enorme cambio en la dieta,
que antes era de cereales, a productos animales, aceites vegetales e hidratos
de carbono, que son relativamente más baratos. Esto se ha visto
acompañado por una disminución del trabajo físico,
con más transporte motorizado, menos ejercicio y más horas
frente al televisor.
RECOMENDACIONES DE LOS EXPERTOS
Los expertos instan a los gobiernos
a desarrollar mejores estrategias para combatir el problema. Una opción,
argumentan, es utilizar los precios de los alimentos para "manipular" las
dietas y que la gente opte por opciones más saludables. "Por ejemplo
-dice el estudio- si cobramos dinero por cada caloría en las bebidas
embotelladas y alimentos preparados, la gente consumiría menos de
esos productos".
También se propone subsidiar
la producción de fruta y vegetales para que la gente pueda consumir
estos productos más saludables que para muchos son inaccesibles.
"El problema es que hoy en día, en gran parte del mundo la comida
basura es mucho más barata y accesible que las frutas y verduras.
Es por eso que la gente opta por las dietas menos sanas", consideró
Pedro Kaufmann.
Las consecuencias son enormes, advierten
los expertos, con el alarmante aumento en las enfermedades relacionadas
con el sobrepeso y la obesidad: la diabetes, el colesterol y las enfermedades
cardiovasculares. "Este es un problema tan alarmante que se necesitan establecer
con urgencia mecanismos de prevención en todo el mundo. Hasta ahora
estos mecanismos han fallado miserablemente", apuntó. "Porque hoy
consumimos más alimentos apetitosos y poco nutritivos, y llevamos
un estilo de vida que, con la computación, TV, etcétera,
cada vez necesitamos movernos menos. O hacemos algo urgentemente o muy
pronto enfrentaremos las consecuencias de esta bomba de relojería",
concluyó Kaufmann.

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