¿ME DA UNAS MEDICINAS
PARA NO ENVEJECER?
El mito del vaso de vino diario.
La medicina no se resigna a aceptar
la vejez como destino inevitable, sino se esfuerza por encontrar unos remedios
cada vez más complicados para que el reloj biológico avance
con menos rapidez.
Así, se ha descubierto que
un sobrepeso fuerte equivale a una condena a envejecer contrarreloj, proceso
que se puede frenar reduciendo el nivel de glucosa en la sangre durante
la noche. Los investigadores han podido comprobar en mamíferos que
una reducción del nivel de glucosa en la sangre surte un efecto
benéfico en envejecimiento.
El nivel de glucosa alto aumenta
también el riesgo de enfermar de cáncer, por lo que la medicina
recomienda el método del "dinner cancelling", lo que significa renunciar
a la cena y no comer nada después de las cinco de la tarde. También
se desarrollan medicamentos para el mismo fin que contienen el receptor
de esteroides PPAR para reducir el nivel de glucosa. Los investigadores
estudian si algunos medicamentos administrados actualmente a pacientes
que padecen de una diabetes ligera podrían ser útiles también
como medida preventiva, para mantenerlos sanos.
También hay causas genéticas
del envejecimiento, aunque los expertos no creen que empeore el estado
de los propios genes sino de su "empaquetado". Explican que los daños
genéticos se producen en forma de restos de metilo que quedan adheridos
al ADN y que se pueden eliminar mediante una sustancia contenida en algunos
tipos de té verde, aunque desgraciadamente no en todos. Los científicos
sospechan el mismo efecto en la sustancia "resveratrol", contenida en las
uvas y el vino tinto, pero todavía no puede decirse con seguridad
si el consumo de vino tinto puede considerarse como remedio sistemático
a la vejez.
Las células madre adultas
van ganando importancia como fuente rejuvenecedora y que la ciencia se
aproxima a pequeños pasos a una posible activación y regeneración
de esas células, a lo que pueden contribuir el deporte y ciertos
medicamentos.
Pero aún faltan pruebas y
se considera probable que la arteriosclerosis no sólo consiste en
crear depósitos de lípido en las venas sino que también
implica una inflamación, proceso que podría se fomentado
por la adiposidad.
En definitiva, que queda un largo
camino por recorrer.
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