|
LUMBALGIAS. SUS CAUSAS
La edad la causa fundamental.
Nortin Hadler, de la Universidad
de Carolina del Norte (EEUU), y dos colegas psiquiatras, han publicado
un artículo en la revista 'JAMA' en el que manifiestan que en ausencia
de grandes traumatismos, esta dolencia solía atribuirse a la rotura
de los discos intervertebrales (las pequeñas almohadillas que separan
las vértebras) y, por tanto, a la acumulación de esfuerzos
físicos, muchas veces en el trabajo, pero las causas del dolor de
espalda continúan escapando a la investigación científica.
Los cambios degenerativos que caracterizan
a la columna dañada son más frecuentes a medida que aumenta
la edad, hasta que se vuelven ubicuos, pero no tienen casi nada que ver
con las actividades cotidianas. La edad en la que aparecen y su gravedad
están, en gran parte, determinados genéticamente; la contribución
de las influencias medioambientales es rara, apenas distinguible.
Cualesquiera que sean las causas
biomecánicas, no pueden considerarse más específicas
del lugar de trabajo que los virus que causan un resfriado común.
Por ejemplo, una investigación
británica realizada en casi 1.200 trabajadores (desde empleados
de correos o supermercado hasta podólogos y enfermeros) reveló
que, aunque ciertas exigencias físicas influían en el riesgo
de desarrollar una lumbalgia, los factores psicológicos (como un
trabajo estresante o monótono) tenían un peso mayor en las
lumbalgias incapacitantes.
Al igual que el 'resfriado común',
el dolor de espalda es un suplicio intermitente y remitente en la vida.
Es poco probable que un adulto sano pase un año sin al menos un
episodio importante de dolor lumbar. Para la mayoría de las personas,
los episodios se resuelven rápidamente, pero a menudo tienen síntomas
persistentes. Algunos, una considerable minoría, se curará
lentamente, si es que lo hace, y se enfrentará diariamente a los
retos biomecánicos.
|
|