CORAZÓN, CEREBRO Y SENTIMIENTOS.

El estrés sentimental puede afectar al corazón. Un mito demostrado por los científicos.

¿Puede afectar al corazón una ruptura sentimental?. Para resolver esta incógnita, científicos del University College de Londres y del Brighton & Sussex Medical School decidieron estudiar a diez pacientes con enfermedades cardiacas específicas. Por ejemplo, una de las pruebas que realizaron fue medir los cambios eléctricos en su superficie craneal mientras realizaban tareas ligeramente estresantes, como contar en orden descendiente de siete en siete. 

Así, el equipo descubrió que las regiones del cerebro que rigen el aprendizaje, la memoria y las emociones también pueden desestabilizar el corazón de alguien que haya sufrido daños cardiacos. Cuando los pacientes sufren estrés, estas zonas desencadenan un «círculo vicioso» de actividad neuronal que puede provocar que el corazón lata de forma dañina. Como la muerte de un ser querido es una de las situaciones más estresantes a las que se puede enfrentar un ser humano, los investigadores creen haber descubierto una posible explicación del «síndrome del corazón roto». 

De este modo se demuestra el mito de que el estrés y la ansiedad provocan un aumento de la actividad del corazón. De hecho, se trata de un mecanismo natural que pretende mejorar el flujo sanguíneo por si el cuerpo tiene que emprender alguna acción súbita para sobrevivir. Sin embargo, hasta ahora se creía que el cambio del ritmo cardíaco se debía a señales de áreas más «primitivas» del cerebro y no a las vinculadas directamente con las emociones. 

«Hemos descubierto una asociación muy cercana entre el funcionamiento del corazón y la actividad del córtex, lo que indica que estas regiones del cerebro escuchan con mucha atención los latidos», explicó uno de los investigadores, Marcus Gray, a la cadena BBC. Más allá de la razón El estudio consolará a algunos afectados por versiones más leves del «síndrome del corazón roto». Por su parte, los expertos ya pronostican que estas técnicas permitirán identificar a los pacientes que podrían reaccionar adversamente al estrés de una catástrofe emocional y alertarles de las consecuencias.