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ALIMENTOS PROBIÓTICOS
Y FLORA INTESTINAL EQUILIBRADA.
Los alimentos probióticos
contienen microorganismos, bacterias y levaduras, que participan en el
desarrollo y equilibro de la flora intestinal y estimulan sus funciones
protectoras.
Los mayores de sesenta años
deberían ingerir productos probióticos para aumentar su protección
natural contra las infecciones intestinales, según un estudio de
microbiólogos británicos del que informa el diario The Times.
Los alimentos probióticos contienen microorganismos, bacterias y
levaduras, que participan en el desarrollo y equilibro de la flora intestinal
y estimulan sus funciones protectoras.
Sin embargo, también apuntan
que aproximadamente la mitad de los probióticos comercializados
no cumplen lo que prometen en el etiquetado y algunos incluso contienen
patógenos nocivos. Esa advertencia se aplica, sobre todo, a algunos
productos que se venden por Internet o en algunas tiendas especializadas
en productos para salud.
Las bacterias buenas ayudan a la
digestión y reducen los trastornos digestivos, pero también
contribuyen a proteger a los niños frente a distintas alergias y
pueden reducir el riesgo de contraer cáncer de colon. Según
el equipo de científicos británicos, dirigido por Glen Gibson,
profesor de Microbiología de la Alimentación en la Universidad
de Reading (Inglaterra), todo el mundo debería ser consciente de
los beneficios de mantener una flora intestinal equilibrada.
Los expertos creen que algunas dietas
de los países ricos occidentales, ricas en grasas animales y pobres
en fibra, pueden incidir en la reducción de las bacterias benéficas
y en un incremento de las nocivas. Cerca del 90% de las bacterias en el
intestino de un recién nacido son benéficas, aunque ese porcentaje
se reduce a entre un 10 y un 15% en el organismo adulto, y en las personas
mayores, la pérdida de esas bacterias es dramática.
Según el profesor Gibson,
citado por The Times, las personas de más de sesenta o sesenta y
cinco años deberían consumir productos probióticos.
Estos deben contener, sin embargo, un mínimo de diez millones de
bacterias para resultar eficaces. Es también fundamental que las
bacterias sobrevivan al paso por el sistema gastrointestinal. Un estudio
reciente reveló que nueve pacientes aquejados de colitis ulcerosa,
tenían niveles de bifidobacterias treinta veces inferiores a los
deseables. Cuatro semanas después de que se les administrara regularmente
un probiótico a base de bifidobacteria, más un suplemento
azucarado para estimular el desarrollo de las bacterias, desaparecieron
parte de los síntomas.
Sin embargo, los microbiólogos
de la Universidad de Reading reclaman de las autoridades sanitarias y alimentarias
la aplicación de reglas de etiquetado más rigurosas que las
actuales de forma que se obligue a los fabricantes a especificar qué
bacterias contienen sus productos.
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