LOS MEJILLONES, RICOS EN HIERRO.
El mejillón es rico en hierro,
4,5 gramos por cada 100 de carne, fundamental para la producción
de hemoglobina y favorecer el desarrollo celular.
Pocas veces puede decirse que un
placer gastronómico sea saludable. En el caso de los moluscos se
da esta paradoja: proporcionan al organismo una fuente esencial de proteínas
de alto valor biológico y bajo contenido en grasas. Desde este punto
de vista, su consumo está muy recomendado como parte de una dieta
sana y equilibrada. Además, son ricos en minerales y la presencia
de ácidos grasos poliinsaturados es fundamental a la hora de evitar
la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Por ejemplo, al mejillón
se le atribuyen grandes cantidades de hierro: un total de 4,5 gramos por
cada 100 de carne. El hierro es un elemento fundamental para la producción
de hemoglobina y favorecer el desarrollo celular.
En cuanto a las sales minerales,
100 gramos de moluscos contienen, de media, entre 200 y 350 gramos de sodio.
Poseen la misma cantidad de potasio y fósforo, y entre 50 y 200
gramos de calcio. También son ricos en yodo, zinc y magnesio.
Únicamente hay que estar
atento a posibles intoxicaciones cuando se consumen frescos. Al vivir en
el mar y tomarse medio crudos, los moluscos pueden convertirse en fuente
de virus y contaminaciones que perviven en el animal sin que, a priori,
sea posible detectarlos. Sin embargo, optar por los bivalvos enlatados
es una forma segura y sana de disfrutar de todo su sabor.
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