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BAJAR PESO CON LEGUMBRES.
Las legumbres ayudan a disminuir
la grasa corporal y reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Una dieta alta en carbohidratos
pero baja en cuanto a su impacto en los niveles de azúcar de la
sangre podría promover la pérdida de peso, disminuir la grasa
corporal y reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, según
un estudio de la Universidad de Sydney (Australia) que se publica en la
revista Archives of Internal Medicine.
Es decir, habría que prescindir
de los hidratos de carbono simples o azúcares que generan la inmediata
secreción de insulina (azúcar, miel, mermeladas, jaleas,
golosinas, leche…), a favor de los complejos de absorción más
lenta (cereales, legumbres, harinas, pan, pastas).
Los científicos reclutaron
a 129 adultos jóvenes, de entre 18 y 40 años, que padecían
obesidad o sobrepeso y de forma aleatoria les asignaron a una de las cuatro
dietas reductoras de calorías y grasas por un periodo de 12 semanas.
Dos de las dietas eran altas en carbohidratos y las otras dos en proteínas,
una de cada tipo era alta en cuanto a su contribución a los niveles
de azúcar en sangre (carga glicémica).
Al final del estudio, los participantes
de las cuatro dietas habían perdido peso y no existían diferencias
significativas en cuanto a la reducción en la grasa corporal, disminución
de diámetro de cintura o cantidad de peso perdido (entre un 4,2
y un 6,2% del peso corporal). Pero sí existían diferencias
entre las dos dietas altas en carbohidratos, ya que aquella con una menor
carga glicémica disminuyó el doble la grasa perdida. Este
efecto fue mayor en las mujeres y no se produjo entre aquellos con las
dietas altas en proteínas.
Los resultados también muestran
que quienes siguieron la dieta alta en proteínas y carga glicémica
mostraron mayores niveles de colesterol total y LDL, el denominado colesterol
‘malo’, mientras que aquellos cuyas dietas eran altas en carbohidratos
y proteínas y bajas en carga glicémica experimentaron disminuciones
en ambas medidas.
Los autores concluyen que, al menos
en lo que se refiere al corto plazo, la carga glicémica de la dieta,
y no sólo el consumo global de energía, influye sobre la
pérdida de peso y los niveles de azúcar en sangre que se
producen después de comer.
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